Miles de millones de personas consumen niveles pobres de micronutrientes esenciales para la salud

Más de la mitad de la población mundial ingiere cantidades inadecuadas de varios micronutrientes esenciales para la salud, como el calcio, el hierro y las vitaminas C y E, según revelan nuevas estimaciones.

Por Enrique Coperías

Las deficiencias de micronutrientes pueden ser más graves de lo que se pensaba a nivel global, y podrían ser diferentes entre hombres y mujeres.

Las deficiencias de micronutrientes pueden ser más graves de lo que se pensaba a nivel global, y podrían ser diferentes entre hombres y mujeres. Imagen generada con Copilot

Más de la mitad de la población mundial consume niveles inadecuados de varios micronutrientes esenciales para la salud, como el calcio, el hierro y las vitaminas C y E, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Salud Pública T. H. Chan de Harvard, la UC Santa Bárbara (UCSB) y la Alianza Global para una Nutrición Mejorada (GAIN).

El estudio, publicado en The Lancet Global Health, es el primero que proporciona estimaciones mundiales del consumo inadecuado de quince micronutrientes críticos para la salud y el bienestar humanos.

A diferencia de los macronutrientes —proteínas, grasas y carbohidratos—, que el cuerpo necesita en grandes cantidades, los micronutrientes incluyen vitaminas y minerales, y juegan roles específicos en una variedad de funciones corporales.

Desde anemia y ceguera hasta problemas óseos

En efecto, los micronutrientes son esenciales para numerosos procesos biológicos. Por ejemplo, micronutrientes como la vitamina C y el zinc ayudan a fortalecer el sistema inmunológico; vitaminas del complejo B y minerales, como el magnesio, juegan roles importantes en la conversión de alimentos en energía; el calcio, la vitamina D y la vitamina K son fundamentales para mantener huesos fuertes y saludables.; y una ingesta adecuada de micronutrientes puede ayudar a prevenir deficiencias y enfermedades asociadas, como la anemia, por falta de hierro, y problemas óseos, por carencia de vitamina D.

En este sentido, no hay que olvidar que las deficiencias de micronutrientes son una de las formas más comunes de malnutrición en todo el mundo, y cada déficit conlleva sus propias consecuencias para la salud, desde resultados adversos del embarazo hasta ceguera y una mayor susceptibilidad a padecer enfermedades infecciosas.

Investigaciones anteriores habían estimado las cantidades de micronutrientes disponibles y consumidas por las personas. El nuevo estudio evalúa si estas ingestas cumplen con los requisitos recomendados para la salud y analiza las insuficiencias que enfrentan específicamente hombres y mujeres a lo largo de su vida.

El primero estudio que estima la ingesta inadecuada de micronutrientes para 34 grupos de edad y sexo

«Nuestro estudio es un gran paso adelante —explica el coautor principal Chris Free, profesor de investigación de la UCSB. Y añade—: No solo porque es el primero en estimar la ingesta inadecuada de micronutrientes para 34 grupos de edad y sexo en casi todos los países, sino también porque hace que estos métodos y resultados sean fácilmente accesibles para los investigadores y profesionales».

Los investigadores utilizaron datos de la Base de Datos Dietética Mundial, el Banco Mundial y encuestas de recuerdo dietético en 31 países para comparar los requisitos nutricionales con la ingesta nutricional entre las poblaciones de 185 países.

Dividieron las poblaciones en hombres y mujeres pertenecientes a diecisiete grupos de edad: de cero a ochenta en períodos de cinco años, así como un grupo superior a ochenta. En la evaluación se estudiaron quince vitaminas y minerales: calcio, yodo, hierro, riboflavina, ácido fólico, zinc, magnesio, selenio, tiamina, niacina y vitaminas A, B6, B12, C y E.

Para el reciente estudio se tuvieron en cuenta quince vitaminas y minerales: calcio, yodo, hierro, riboflavina, ácido fólico, zinc, magnesio, selenio, tiamina, niacina y vitaminas A, B6, B12, C y E. Imagen generada con Copilot

El estudio encontró insuficiencias significativas en la ingesta de casi todos los micronutrientes evaluados; en él se excluyó el enriquecimiento como fuente potencial de nutrientes adicionales. La ingesta inadecuada era especialmente significativa en el caso del yodo (68% de la población mundial), la vitamina E (67%), el calcio (66%) y el hierro (65%).

Más de la mitad de las personas consumían niveles inadecuados de riboflavina, folato y vitaminas C y B6. La ingesta de niacina fue la más cercana a la suficiencia, con un 22% de la población mundial que consumía niveles inapropiados, seguida de la tiamina (30%) y el selenio (37%).

Las ingestas inadecuadas estimadas fueron mayores para las mujeres que para los hombres en el caso del yodo, la vitamina B12, el hierro y el selenio dentro del mismo país y grupos de edad. Por el contrario, los hombres consumían niveles deficientes de calcio, niacina, tiamina, zinc, magnesio y vitaminas A, C y B6 en mayor medida que las mujeres.

Unos resultados alarmantes

Aunque los patrones de insuficiencia de micronutrientes surgieron más claramente en función del sexo, los investigadores también observaron que los hombres y las mujeres entre diez y treinta años eran los más propensos a mostrar niveles bajos de ingesta de calcio, especialmente en Asia meridional y oriental y en el África subsahariana. El aporte de calcio también era bajo en Norteamérica, Europa y Asia Central.

«Estos resultados son alarmantes —asegura en una nota de prensa de la Harvard School of Public Health Ty Beal, especialista técnico de GAIN. Y añade—: La mayoría de las personas, incluso más de lo que se pensaba, en todas las regiones y en todos los países con diferentes ingresos, no consumen una cantidad suficiente de múltiples micronutrientes esenciales. Estas carencias comprometen los resultados sanitarios y limitan el potencial humano a escala mundial».

"El desafío de salud pública al que nos enfrentamos es inmenso, pero los profesionales y los responsables políticos tienen la oportunidad de identificar las intervenciones dietéticas más efectivas y dirigirlas a las poblaciones más necesitadas —comenta Christopher Golden, profesor de Nutrición y Salud Planetaria de la Universidad de Harvard y autor principal de este trabajo.▪️

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