Los niños aprenden el lenguaje desde «el todo» hasta «las partes»

Un nuevo estudio desafía teorías tradicionales sobre el aprendizaje del lenguaje en niños: estos suelen empezar por captar frases enteras y solo más tarde identifican sus componentes individuales.

Por Enrique Coperías

Un nuevo estudio revela que los niños suelen aprender el lenguaje comenzando con frases completas y luego descomponiéndolas en partes, mostrando una preferencia innata por el aprendizaje holístico

Un nuevo estudio revela que los niños suelen aprender el lenguaje comenzando con frases completas y luego descomponiéndolas en partes, mostrando una preferencia innata por el aprendizaje holístico. Imagen generada con DALL-E

Un nuevo estudio revela un proceso del aprendizaje infantil de idiomas que a menudo se pasa por alto: los niños suelen empezar por captar frases enteras y solo más tarde identifican sus componentes individuales. Este enfoque de «todo a partes» sugiere que los niños tienen una tendencia inherente hacia el aprendizaje holístico, lo que cuestiona la opinión tradicional de que el lenguaje se adquiere normalmente ensamblando partes más pequeñas en estructuras más grandes.

El desarrollo del lenguaje en los seres humanos varía ligeramente de un niño a otro, pero generalmente sigue un patrón predecible. La edad en la que los niños empiezan a hablar varía entre los doce y los dieciocho meses, aunque las etapas previas también son importantes. A esta edad, los pequeños empiezan a usar palabras con significado, su vocabulario inicial suele de entre cinco y veinte palabras y suelen señalar objetos y relacionarlos con palabras simples.

A los dos años de edad, el vocabulario crece rápidamente: de cincuenta a doscientas palabras o más, y los niños comienzan a unir dos palabras para formar frases simples, como «quiero agua». Un poco más tarde, sobre los tres años, los pequeños empiezan a formar frases más completas y a utilizar pronombres, verbos y adjetivos y pueden expresar necesidades, sentimientos y observaciones más complejas.

Los resultados del nuevo estudio, publicado en la revista Trends in Cognitive Sciences, arrojan luz sobre la flexibilidad y resistencia de la adquisición del lenguaje en diversos contextos, incluidas las situaciones en las que la enseñanza formal del lenguaje es limitada.

La forma en que los niños aprenden el lenguaje

Un reciente estudio dirigido por la profesora Inbal Arnon, del Departamento de Psicología de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel), en colaboración con la profesora Susan Goldin-Meadow, del Departamento de Psicología de la Universidad de Chicago (Estados Unidos), ha revelado nuevos conocimientos sobre la forma en que los niños aprenden el lenguaje.

Tradicionalmente se ha pensado que los niños se acercan al lenguaje construyendo estructuras más grandes, como palabras y frases, a partir de unidades más pequeñas, como las sílabas. Sin embargo, los trabajos anteriores de Arnon ponen de relieve un proceso igualmente vital: a veces los niños empiezan con frases enteras y más tarde identifican las partes que las componen.

En este trabajo, los investigadores muestran este proceso en niños no expuestos a input lingüístico: esto cuestiona la idea de que la aproximación de los niños al lenguaje está estrictamente determinada por la naturaleza segmentada o no segmentada del input lingüístico, esto es, los datos lingüísticos variados y a veces imperfectos a los que están expuestos los niños durante el proceso de adquisición de conocimientos lingüísticos.

Una predisposición natural hacia el aprendizaje holístico

En cambio, sugiere que los niños pueden tener una predisposición natural hacia el aprendizaje holístico, lo que les ayuda a adquirir el lenguaje de formas versátiles.

Los investigadores estudiaron este proceso centrándose en los homesigners, niños sordos que, al no estar expuestos al lenguaje hablado o de signos, crean sus propios sistemas de comunicación gestual. Este fenómeno ocurre generalmente cuando estos niños crecen en entornos donde no hay una comunidad sorda activa ni acceso a educación en lenguaje de señas.

Estos peculiares sistemas de comunicación gestual comparten muchas características de las lenguas naturales, pero se desarrollan independientemente de un modelo lingüístico convencional, aunque sus gestos a menudo siguen patrones que reflejan ciertas características del lenguaje, como el uso de orden sujeto-verbo-objeto.

El estudio revela que, al principio, los niños que hacen señas en casa utilizan gestos para representar significados completos, sin descomponerlos en componentes distintos, como formas o movimientos específicos de la mano.

Sin embargo, a medida que crecen, estos niños empiezan a diseccionar estos gestos enteros, y crean partes más pequeñas y significativas que pueden recombinar para transmitir significados matizados. Sorprendentemente, este aprendizaje por partes surgió incluso sin la información lingüística que suele animar a los niños a analizar la estructura del lenguaje.

Empezar con significados amplios y descubrir las partes más tarde

«Nuestros hallazgos indican que los niños no solo responden a su entorno, sino que pueden tener una preferencia inherente por ciertas formas de aprender el lenguaje, como la capacidad de empezar con significados amplios y descubrir las partes más tarde —explica la profesora Arnon. Y añade—: Esto tiene importantes implicaciones para entender la flexibilidad y resistencia del aprendizaje de idiomas en distintos contextos».

La capacidad de los niños para captar el lenguaje pasando del todo a las partes puede servir a necesidades comunicativas tempranas, lo que les permite transmitir ideas complejas antes de desarrollar estructuras más intrincadas.
— Inbal Arnon, del Departamento de Psicología de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel)

En palabras de la profesora Arnon, «la capacidad de los niños para captar el lenguaje pasando del todo a las partes puede servir a necesidades comunicativas tempranas, lo que les permite transmitir ideas complejas antes de desarrollar estructuras más intrincadas».

Las conclusiones del estudio sugieren que el aprendizaje por partes no es solo un recurso para situaciones en las que resulta difícil segmentar la información lingüística, sino un enfoque que los niños aplican de forma natural a la comunicación. Esta idea tiene implicaciones más amplias, desde la comprensión de cómo evolucionan y se adaptan las lenguas a lo largo de las generaciones hasta el examen de las etapas de desarrollo de lenguas de signos emergentes como la lengua de signos nicaragüense, que también muestra una transición de formas holísticas a partes más segmentadas y combinables. ▪️

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