Los dragones de Komodo tienen dientes recubiertos de hierro para destrozar a sus presas

Un equipo de científicos han descubierto que los bordes dentados de los dientes del dragón de Komodo tienen la punta de hierro.

Por el King's College de Londres

Imagen de un dragón de Komodo generada con DALL-E.

Dirigido por investigadores del King's College de Londres, en el Reino Unido, el estudio ofrece una nueva visión sobre cómo los dragones de Komodo mantienen sus dientes afilados como navajas y puede proporcionar pistas sobre cómo los dinosaurios como el Tyrannosaurus rex mataban y comían a sus presas.

Originarios de Indonesia, los dragones de Komodo, conocido científicamente como Varanus komodoensis, son la mayor especie viviente de lagarto monitor, con un peso medio de 80 kg. Depredadores mortales, los dragones de Komodo tienen dientes afilados y curvados similares a los de muchos dinosaurios carnívoros. Comen casi cualquier tipo de carne, desde pequeños reptiles y aves hasta ciervos, caballos o búfalos de agua, derribando y desgarrando a sus presas para hacerse con la carne.

Una característica notable del dragón de Komodo es su saliva, que está cargada de bacterias, y se pensaba que era el método principal por el cual debilitaban a sus presas. Sin embargo, estudios más recientes han sugerido que también poseen un tipo de veneno que disminuye la presión sanguínea de su presa y aumenta el sangrado, lo que contribuye a extenuar a la víctima.

Ahora, los zoólogos han descubierto otra arma secreta en sus sesenta dientes afilados como cuchillos: puntas de hierro.

Muchos reptiles tienen algo de hierro en los dientes, pero el dragón de Komodo concentra este metal en la punta de la pieza dental.

Los investigadores saben que muchos reptiles tienen algo de hierro en los dientes, pero los dragones de Komodo han concentrado el hierro en los bordes cortantes y las puntas de los dientes, tiñéndolos de naranja. En comparación, los cocodrilos y otros lagartos monitor atesoran tan poco hierro que este suele ser invisible.

Para comprender la composición química y estructural de los dientes del dragón de Komodo, los científicos buscaron en museos cráneos y dientes de dragones de Komodo y estudiaron la mandíbula de Ganas, el dragón de Komodo de quince años que había vivido en el zoo de Londres.

Gracias a imágenes y análisis químicos avanzados, el equipo pudo observar que el hierro del esmalte de los dragones de Komodo se concentra en una fina capa sobre las estrías y las puntas de los dientes. Esta capa protectora mantiene los bordes dentados de los dientes afilados y listos para ser utilizados en cualquier momento.

Esqueleto del craneo de un dragón de Komodo

Esqueleto craneal de un dragón de Komodo en el que se pueden apreciar sus afiladas piezas dentales. Cortesía: Danadi Sutjianto

La investigación, publicada en la revista Nature Ecology & Evolution, abre nuevas preguntas y vías de investigación sobre cómo vivían y comían especies extintas como los dinosaurios.

“Los dragones de Komodo tienen dientes curvados y dentados para desgarrar a sus presas, como los de los dinosaurios carnívoros —dice Aaron LeBlanc, profesor de Biociencias Dentales en el King's College de Londres y autor principal del estudio. Y añade—: Queremos aprovechar esta similitud para saber más sobre cómo comían los dinosaurios carnívoros y si utilizaban el hierro en sus dientes del mismo modo que el dragón de Komodo”.

“Desgraciadamente, con la tecnología actual no podemos saber si los dientes fosilizados de los dinosaurios tenían altos niveles de hierro o no. Creemos que los cambios químicos que se producen durante el proceso de fosilización ocultan la cantidad de hierro que había al principio”, dice LeBlanc.

"Lo que sí encontramos, sin embargo, fue que los dinosaurios carnívoros más grandes, como los tiranosaurios, cambiaron la estructura del esmalte en los bordes cortantes de sus dientes. Así, mientras que los dragones de Komodo han alterado la química de sus dientes, algunos dinosaurios alteraron la estructura de su esmalte dental para mantener un filo afilado”, explica LeBlanc.

Mapa de hierro de dientes de Komodo.

Mapa del hierro acumulado en los dientes del dragón de Komodo. Cortesía: Dr Aaron LeBlanc

“Con nuevos análisis de los dientes de Komodo podríamos encontrar otros marcadores en el recubrimiento de hierro que no se modifican durante la fosilización —dice LeBlanc. Y agrega—: Con marcadores así sabríamos con certeza si los dinosaurios también tenían dientes recubiertos de hierro y tendríamos un mayor conocimiento de estos feroces depredadores”.

“Como los lagartos más grandes del mundo, los dragones de Komodo son animales indiscutiblemente impresionantes. Después de haber trabajado con ellos durante doce años en el zoo de Londres, me siguen fascinando. Y estos resultados ponen aún más de relieve lo increíbles que son —comenta EBenjamin Tapley, conservador de reptiles y anfibios de la Sociedad Zoológica de Londres y coautor del estudio. Y concluye—: Los dragones de Komodo están tristemente en peligro de extinción, por lo que además de reforzar nuestra comprensión de cómo podrían haber vivido los icónicos dinosaurios. Este descubrimiento también nos ayuda a construir una comprensión más profunda de estos increíbles reptiles mientras trabajamos para protegerlos”. ▪️

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