Los conservadores son más felices, pero los liberales disfrutan de una vida psicológicamente más rica
Las personas con ideas más liberales disfrutan de mayor riqueza psicológica a través de diversas y estimulantes experiencias, mientras que la felicidad y el sentido de la vida se vinculan más a valores conservadores, según un nuevo estudio.
Por Enrique Coperías
Un reciente estudio publicado en el Journal of Personality arroja nueva luz sobre la relación entre las opiniones políticas y el bienestar. Los resultados del trabajo indican que las personas con ideas más liberales tienden a vivir vidas llenas de riqueza psicológica, marcadas por experiencias diversas y estimulantes. Mientras que la felicidad y el sentido de la vida están asociados a los valores conservadores, la riqueza psicológica parece ser más común entre quienes tienen menos opiniones conservadoras.
En un mundo cada vez más polarizado, la búsqueda de la felicidad y el significado de la vida son temas que resuenan profundamente en la sociedad contemporánea. En este contexto, Shigehiro Oishi, del Departamento de Psicología de la Universidad de Chicago, y su equipo de colaboradores ofrecen en el Journal of Personality una nueva perspectiva sobre cómo las ideologías políticas influyen en nuestras percepciones de lo que constituye a disfrutar de una buena vida.
La riqueza psicológica es un concepto que se refiere a la diversidad y la calidad de las experiencias que una persona vive a lo largo de su vida. Se caracteriza por incluir momentos intensos y variados que fomentan el crecimiento personal, la reflexión y un cambio de perspectiva.
La oportunidad de acumular cuantas más experiencias posibles
A diferencia del bienestar hedónico, que se centra en la búsqueda de placeres y satisfacción inmediata, y del bienestar eudaimónico, que se enfoca en la realización de un propósito y significado en la vida, la riqueza psicológica abarca un amplio espectro de experiencias que pueden ser tanto positivas como desafiantes.
Este tipo de riqueza se asocia con características como la apertura a nuevas experiencias, la curiosidad, la capacidad de adaptación y la búsqueda de aprendizaje. Las personas que experimentan una vida psicológicamente rica tienden a tener una mayor disposición a explorar, aprender de situaciones diversas y a encontrar significado en experiencias que pueden no ser necesariamente placenteras, lo que contribuye a su desarrollo personal y a una comprensión más profunda de sí mismas y del mundo que las rodea.
Las investigaciones anteriores sobre el bienestar y las creencias políticas se habían centrado en gran medida en dos aspectos principales de una vida plena: la felicidad y el sentido de la vida. La felicidad suele definirse como la satisfacción vital y las emociones positivas, mientras que el significado vital implica un sentido de propósito o realización. Los estudios han revelado sistemáticamente que las creencias conservadoras se asocian a niveles más altos de felicidad y sentido de la vida.
Desafío a las visiones conservadoras del mundo
A través de un análisis exhaustivo, los autores desafían la noción de que una vida buena debe alinearse con visiones conservadoras del mundo, e introducen conceptos de riqueza psicológica como un componente esencial del bienestar.
Históricamente, se ha sugerido que las ideologías conservadoras están vinculadas a niveles más altos de felicidad y sentido de la vida. La literatura existente indica que las personas con orientaciones políticas conservadoras tienden a reportar mayor satisfacción y significado en sus vidas, un fenómeno que ha sido respaldado por estudios previos que sugieren que la justificación del sistema —la creencia en la equidad del status quo— y la religiosidad son factores que influyen en esta relación.
Esta conexión puede deberse a factores como la justificación del sistema, que es la creencia de que las estructuras sociales son justas, lo que puede crear una base estable para sentirse contento y con propósitos de vida. Por ejemplo, los conservadores suelen ser más propensos a ver los sistemas sociales como justos y confiables, lo que podría generar una mayor sensación de estabilidad y satisfacción.
La importancia del trabajo duro y la disciplina
Además, la ética protestante del trabajo —la creencia en el valor del esfuerzo como camino hacia el éxito— es frecuentemente adoptada por los conservadores y se ha vinculado a un fuerte sentido de propósito en la vida.
Recordemos que la ética protestante del trabajo es un concepto que se refiere a la creencia en la importancia del trabajo duro, la disciplina y la frugalidad como virtudes fundamentales para lograr el éxito y la prosperidad personal.
Originado en la obra del sociólogo Max Weber, este concepto sugiere que las tradiciones protestantes, especialmente del calvinismo, fomentan una actitud de dedicación al trabajo como un medio para glorificar a Dios y demostrar la fe. Esta ética valora la responsabilidad individual, la autosuficiencia y la idea de que el éxito económico es un signo de bendición divina.
Seis estudios, a prueba
Sin embargo, el artículo de Oishi y su equipo va más allá, y ahonda en si la riqueza psicológica, entendida como la diversidad y la intensidad de experiencias, se asocia de manera diferente con las ideologías políticas.
A través de seis estudios realizados con diferentes muestras de participantes, los autores examinan la relación entre la ideología política, la justificación del sistema y el trabajo ético protestante con respecto a tres dimensiones del bienestar: la felicidad, el significado en la vida y la riqueza psicológica. Las muestras variaron en tamaño y composición demográfica, lo que permite un análisis más robusto y generalizable de los hallazgos.
Cada estudio utilizó cuestionarios que evaluaron las creencias políticas de los participantes, junto con escalas que medían su felicidad, significado en la vida y riqueza psicológica. Los estudios fueron diseñados para explorar tanto las correlaciones como las causalidades, utilizando modelos de regresión múltiple y análisis de ecuaciones estructurales para extraer conclusiones significativas.
La felicidad y el sentido de la vida, positivamente relacionados con las creencias conservadoras
El Estudio 1, basado en una muestra de 583 estudiantes universitarios estadounidenses, exploró la relación entre visiones del mundo conservadoras, como la justificación del sistema y la ética protestante del trabajo, con la felicidad, el sentido de la vida y la riqueza psicológica. Se utilizó la Escala de Buena Vida para medir estos aspectos. Los resultados iniciales mostraron que la felicidad y el sentido de la vida estaban positivamente relacionados con las creencias conservadoras, mientras que la riqueza psicológica mostró escasa asociación.
Por su parte, el Estudio 2, que amplió estos hallazgos al investigar la orientación política y los rasgos de personalidad en 348 estudiantes, confirmó que la felicidad y el sentido de la vida correlacionaban con el conservadurismo. Además, halló una débil asociación negativa entre la riqueza psicológica y el conservadurismo.
El Estudio 3, con 436 estudiantes de otra universidad, utilizó medidas adicionales de felicidad y riqueza psicológica. Permitió demostrar que las asociaciones eran más débiles que en estudios anteriores, y sugirió variaciones según las mediciones de bienestar y las demografías estudiantiles.
Riqueza psicológica y creencias liberales
Para el Estudio 4, los autores echaron mano de una muestra nacional representativa formada por 1.217 adultos estadounidenses. Reveló que la felicidad y el sentido de la vida seguían asociados positivamente al conservadurismo, mientras que la riqueza psicológica era más común entre quienes tenían creencias liberales, lo que reforzó la fiabilidad de los hallazgos más allá del contexto universitario.
Finalmente, el Estudio 5 exploró el contexto no occidental en Corea del Sur, con 2,176 participantes; pare ello, se adaptó las escalas a problemas culturales locales. La idea de este estudio era comprobar si los patrones observados en Estadios Unidos se sostenían en un entorno cultural diferente. El análisis confirmó que la felicidad y el sentido de la vida seguían relacionados con el conservadurismo, mientras que la riqueza psicológica prevalecía entre los liberales.
Los resultados revelan que la felicidad y el significado en la vida están positivamente correlacionados con las ideologías conservadoras. Esto implica que las personas que se identifican como conservadoras tienden a reportar niveles más altos de satisfacción y sentido en sus vidas en comparación con aquellos que se identifican como liberales.
En busca de una vida rica en experiencias
Por otro lado, la riqueza psicológica se asocia negativamente con estas ideologías, lo que invita a pensar que las personas que buscan una vida rica en experiencias pueden estar menos inclinadas hacia el conservadurismo.
Este hallazgo es particularmente interesante, ya que apunta a que la búsqueda de experiencias diversas y significativas podría estar en desacuerdo con las creencias conservadoras que valoran la estabilidad y la tradición. En un sentido más profundo, estos resultados invitan a reconsiderar cómo se define el bienestar en contextos políticos diversos.
«A través de seis estudios, replicamos en gran medida hallazgos anteriores que sugerían que a felicidad estaba asociada con un conservadurismo político ligeramente mayor —expresan los investigadores en su artículo. Y añaden—: La felicidad también se asoció con la justificación del sistema, o la tendencia a considerar que los sistemas políticos, económicos y sociales actuales son justos y defendibles. Mientras tanto, el sentido de la vida se vinculó sistemáticamente con la ética protestante del trabajo, o la opinión de que el trabajo duro conducirá al éxito en la vida».
Cómo entendemos el bienestar
Este hallazgo plantea preguntas sobre cómo entendemos el bienestar. Si bien el conservadurismo puede ofrecer una sensación de seguridad y satisfacción, la búsqueda de experiencias diversas puede conducir a una apertura mental que desafía el status quo. La riqueza psicológica, caracterizada por una vida llena de experiencias emocionantes y variadas, parece ser más apreciada por individuos que se resisten a las nociones tradicionales de estabilidad y orden.
«No estamos afirmando que una vida psicológicamente rica sea de ninguna manera mejor que una vida feliz o una vida significativa —concluyen los autores del trabajo—. De hecho, está claro que una vida feliz y una vida con sentido son vidas deseables, asociadas a relaciones sociales estables, comportamientos prosociales y salud».
Además, sugieren que las personas que adoptan un enfoque más liberal a menudo tienen un mayor nivel de apertura a nuevas experiencias, lo que podría facilitar su búsqueda de una vida psicológicamente rica. Este es un punto crucial que podría influir en cómo se diseñan las políticas sociales y educativas en el futuro.
Individuos más abiertos y críticos
Fomentar la riqueza psicológica podría contribuir a crear individuos más abiertos y críticos, menos propensos a justificar sistemas que perpetúan la desigualdad o la injusticia social.
En definitiva, el trabajo de Oishi y su equipo invita a reflexionar sobre la naturaleza de la buena vida. Fomenta un diálogo sobre la importancia de la riqueza psicológica en nuestras vidas y cómo esta puede influir en nuestra visión del mundo y nuestras creencias políticas.
Al ampliar nuestra comprensión de lo que constituye una buena vida, se nos invita a explorar nuevas posibilidades para nuestras propias experiencias y a considerar cómo nuestras ideologías pueden dar forma a nuestro bienestar.
Este análisis no solo es relevante para los investigadores en psicología y sociología, sino que también tiene implicaciones prácticas para los responsables de la formulación de políticas. En un momento en que las divisiones ideológicas son más evidentes que nunca, promover una vida rica en experiencias puede ser una vía hacia una mayor cohesión social y un mayor bienestar colectivo.
La intersección de la felicidad, el significado y la riqueza psicológica representa un campo fértil para futuras investigaciones y aplicaciones prácticas, y es un recordatorio de que el bienestar humano es un concepto multifacético que trasciende las categorías políticas convencionales. ▪️
Fuente: Shigehiro Oishi, Hyewon Choi, Youngjae Cha, Samantha Heintzelman, Nicholas R Buttrick, Erin C. Westgate. Differing worldviews: The politics of happiness, meaning, and psychological richness. Journal of Personality (2024). DOI: https://doi.org/10.1111/jopy.12959