La freidora de aire, el método de cocción menos contaminante

Este innovador método de cocinar permite obtener frituras mucho más saludables y con menos calorías que las elaboradas en freidoras tradicionales o en la sartén. Además, a diferencia de estas últimas, las freidoras de aire contaminan menos el ambiente de nuestros hogares, según un nuevo estudio.

Por Enrique Coperías

Las freidoras son un de dechado de ventajas: cocinan de forma más saludable, económica y limpia. Ahora, hay que añadir que emite menos humos nocivos para la salud que otros sistemas de fritura.   

Las freidoras son un de dechado de ventajas: cocinan de forma más saludable, económica y limpia. Ahora, hay que añadir que emite menos humos nocivos para la salud que otros sistemas de fritura.   

Por Enrique Coperías

La cocina es una de las principales fuentes de contaminación del aire interior de nuestros hogares, y, aunque se han realizado numerosos estudios para demostrar la eficiencia energética de la freidora de aire, se sabe menos sobre sus beneficios medioambientales.

Las freidoras de aire, también conocidas como air fryers, son electrodomésticos que permiten cocinar alimentos utilizando aire caliente circulante en lugar de aceite, lo que las hace, en teoría, más saludables que las freidoras tradicionales. Este tipo de tecnología se basa en la circulación rápida de aire a alta temperatura, lo que crea una capa crujiente en los alimentos de manera similar a la fritura, pero con mucho menos aceite o sin él.

La principal ventaja de las freidoras de aire es que, al utilizar aire caliente, permiten cocinar alimentos con solo una pequeña cantidad de aceite (o ninguno en algunos casos), lo que reduce significativamente el contenido calórico y de grasas en los platos. Además, la tecnología de circulación de aire caliente puede cocinar los alimentos más rápido que los métodos tradicionales, como la fritura en freidora o el horneado, debido a la rápida transferencia de calor.

Freír sin malos humos

Las freidoras de aire, en general, no emiten humos de la misma manera que las freidoras tradicionales, porque no utilizan grandes cantidades de aceite que puedan calentarse y producir vapores o humo. Un nuevo estudio confirma que las freidoras de aire son bastante limpias y no deberían generar humo si se usan correctamente. Además, muchas de ellas tienen sistemas de ventilación que ayudan a mantener los olores y el humo a niveles muy bajos.

La mayoría de la gente pasa más del 80% de su tiempo en espacios cerrados, por lo que los efectos de los contaminantes interiores, que incluyen una serie de síntomas agudos y afecciones crónicas, como enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y respiratorias, constituyen un importante problema de salud.

Los investigadores de la Facultad de Geografía, Ciencias de la Tierra y Medio Ambiente de la Universidad de Birmingham, en el Reino Unido, utilizaron para su estudio una cocina de investigación del campus con el propósito de salvar las distancias que hay entre los experimentos de laboratorio en cámara que miden la contaminación de distintos métodos de cocción y las pruebas menos controladas en cocinas domésticas. Sus resultados aparecen publicados en la revista Indoor Air.

Cinco métodos de cocinado

En los experimentos, los investigadores cocinaron pechugas de pollo utilizando cinco métodos diferentes en una cocina de investigación bien controlada: fritura en sartén, salteado, fritura en freidora de aceite, hervido y fritura en freidora de aire. Midieron los niveles de partículas y compuestos orgánicos volátiles (COV) emitidos por cada método.

En cuanto a las partículas, el equipo midió las concentraciones máximas en microgramos por metro cúbico de aire. En el caso de la fritura en sartén, la concentración máxima fue de 92,9; en la fritura salteada, de 26,7; en la fritura profunda, de 7,7; en la ebullición, de 0,7; y en la fritura al aire, de 0,6.

En el caso de los COV, los resultados se midieron en partes por billón o ppb. Los niveles relativos de contaminación en los distintos métodos de cocción fueron similares a los de las emisiones de partículas: en la sartén se registraron 260 ppb de COV; en la fritura, 230 ppb; en el salteado, 110 ppb; en el hervido, 30 ppb, y en la fritura al aire, 20 ppb. Los investigadores también han identificado y cuantificado los COV específicos que más se emiten durante las actividades culinarias.

La versatilidad de las freidoras de aire permite cocinar una amplia variedad de alimentos, desde patatas fritas hasta carnes y postres. Cortesía: Taurus

Abrir las ventanas

En palabras del profesor Christian Pfrang, autor principal del estudio, «hay varios factores que influyen en los niveles de contaminación de la cocina, además del método utilizado, como la cantidad de aceite y la temperatura de los fogones. Lo que sí podemos afirmar con certeza es que mejorar la ventilación de las cocinas abriendo ventanas o utilizando extractores ayudará a dispersar las partículas contaminantes y a reducir la exposición personal».

Tanto para las partículas como para los COV, los investigadores siguieron midiendo la contaminación una vez finalizado el proceso de cocción. Registraron niveles sustancialmente más altos de contaminantes en la cocina durante más de una hora después de haber cocinado los alimentos, a pesar de que el proceso de cocción solo duró unos diez minutos.

«Es muy importante entender que las partículas permanecerán en el aire durante bastante tiempo después de haber terminado de cocinar, por lo que seguir ventilando o mantener los extractores encendidos durante un periodo de tiempo ayudará realmente a evitar la acumulación de esta contaminación interior y a reducir la posibilidad de que los contaminantes se transporten y distribuyan por toda la casa, con el consiguiente aumento de la exposición personal». ▪️

  • Información facilitada por la University of Birmingham

  • Fuente: Ruijie Tang, Ravi Sahu, Yizhou Su, Adam Milsom, Ashmi Mishra, Thomas Berkemeier, Christian Pfrang. Impact of Cooking Methods on Indoor Air Quality: A Comparative Study of Particulate Matter (PM) and Volatile Organic Compound (VOC) Emissions. Indoor Air (2024). DOI: https://doi.org/10.1155/2024/6355613

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