La mayoría de los españoles valora la verdad y considera la ciencia como el conocimiento más objetivo
A pesar del auge de la posverdad, el relativismo y el negacionismo científico en algunas élites políticas y culturales, la mayoría de la sociedad española sigue valorando la ciencia y la racionalidad como principios fundamentales.
Por Enrique Coperías
Prácticas o tratamientos de salud sin base científica como el reiki o el ayurveda son enteramente desconocidos para un amplio segmento de la población española y, en otros casos, como la homeopatía, son tenidos como tratamientos complementarios, no alternativos a la medicina convencional basada en la evidencia, según el nuevo estudio. Cortesía: Alexander Grey
¿Los seres humanos somos racionales? ¿La astrología o la homeopatía son ciencia? ¿Crees en el infierno? ¿Piensas que los alienígenas han visitado la Tierra? ¿Existen las brujas? ¿Nuestro planeta es plano o esférico? ¿Practicas el reiki? ¿Opinas que las curas y los tratamientos alternativos son mucho más efectivos que los de la medicina convencional? ¿Es posible comunicarse con los espíritus?…
El informe de la Fundación BBVA titulado Estudio de la Fundación BBVA sobre creencias de base científica y creencias y prácticas alternativas, realizado en diciembre de 2024 a través de una encuesta a 2.013 individuos representativos de la población española, aborda la relación de los ciudadanos con la ciencia, la verdad y las creencias alternativas.
El estudio tiene como objetivo examinar hasta qué punto los valores y los criterios científicos, basados en la racionalidad y la evidencia empírica, siguen vigentes en la sociedad española, en comparación con el atractivo de marcos alternativos no validados, especialmente en el contexto de la salud.
Ciencia para distinguir lo verdadero de lo falso
Una de las conclusiones principales del informe es que, a pesar de las críticas sociales y políticas a la ciencia, la mayoría de los españoles sigue valorando la ciencia como el conocimiento más objetivo, fiable y capaz de distinguir lo verdadero de lo falso. En una escala del 0 al 10, la ciencia recibe una valoración alta en cuanto a objetividad (8,0) y fiabilidad (7,4), lo que refleja una visión positiva y de confianza en su capacidad explicativa y resolutiva, especialmente en cuestiones de salud, medio ambiente y progreso social.
Este respaldo a la ciencia es considerablemente más fuerte en comparación con el conocimiento popular o el de los expertos comunes, y también con las creencias religiosas.
En el ámbito religioso, el estudio refleja un notable declive en la influencia de las doctrinas católicas y otras creencias tradicionales. Aunque el 53% de los españoles se identifican como pertenecientes a una religión, su nivel de religiosidad es bajo (con una media de 3,7 en una escala de 0 a 10), y las creencias relacionadas con la creación del universo o el origen del ser humano están mayoritariamente alineadas con las explicaciones científicas, como la teoría de la evolución, respaldada por el 78% de la población.
Un 30% de los encuestados cree que seres extraterrestres han visitado la Tierra y un porcentaje similar cree en la astrología. Un14% piensa que las brujas existen.
Un tercio de la población cree que el universo fue creado por un ser supremo
En contraste, solo el 33% cree que el universo fue creado por un ser supremo, lo que subraya el distanciamiento de las creencias religiosas tradicionales respecto a la ciencia en cuestiones fundamentales como el origen de nuestra especie.
Además, el informe también aborda la relación de los españoles con prácticas alternativas a la medicina convencional. La medicina basada en evidencia goza de una gran confianza, con un 99% de los encuestados afirmando que recurrirían al sistema de salud ante un problema médico grave.
En cuanto a las prácticas de salud alternativas, como la homeopatía, el reiki y la reflexología, aunque se reconocen como una opción ocasional para algunos, no se consideran sustitutos serios de la medicina convencional. De hecho, la mayoría de los españoles (el 94%) declara que guiarse por la experiencia y el sentido común es clave para la toma de decisiones, pero también valoran el conocimiento científico (82%) y el análisis racional (77%).
Un 4% de los encuestados cree que la Tierra es plana
El informe destaca que las creencias alternas o negacionistas de la ciencia, como los movimientos conspirativos que sostienen que los seres extraterrestres han visitado la Tierra o que el ser humano nunca ha llegado a la Luna, tienen una presencia marginal en la sociedad española. La creencia en la Tierra plana, por ejemplo, es respaldada solo por un 4% de los encuestados, mientras que la creencia en la visita de extraterrestres alcanza un 30%, pero sigue siendo una minoría considerablemente pequeña.
Por otro lado, el cambio climático, uno de los fenómenos más debatidos en los últimos años, es ampliamente aceptado como un fenómeno causado por la actividad humana, con un 67% de los ciudadanos atribuyéndolo a la acción humana, y solo el 18% cree que es un proceso natural de la Tierra.
La asociación del calentamiento global con un origen antropogénico es más prevalente entre las mujeres, los jóvenes y aquellos con estudios superiores, lo que demuestra que, a pesar de los intentos de politizar y negar científicamente el cambio climático, la ciencia sigue siendo la referencia principal para abordar este tipo de problemáticas globales.
Existe un amplio acuerdo en atribuir el origen del cambio climático a la actividad humana (el 67%), mientras que es bajo el segmento de quienes creen que se trata de un proceso natural de la Tierra (18%) y el de quienes creen que se debe a ambas cosas (14%). Cortesía: Markus Spiske
La homeopatía, a la cabeza
Por otro lado, la confianza en las instituciones científicas es alta, especialmente en áreas como la medicina, la ciencia y la tecnología, que tienen una gran aceptación social, con más del 80% de los españoles confiando en ellas. En contraste, la religión y las creencias relacionadas con la espiritualidad tienen una baja valoración, con un 79% de los encuestados que se muestran en desacuerdo con la idea de que «las únicas verdades son las de los libros sagrados».
En cuanto a las medicinas alternativas, es interesante señalar que la homeopatía es la más utilizada, aunque en su mayoría de forma esporádica (19%), y solo un 2% la usa habitualmente. Le siguen la reflexología (14%) y el reiki (8%), pero los porcentajes de uso habitual son bajos. Estos tratamientos son mayormente vistos como complementarios a la medicina convencional, en lugar de sustitutos.
El informe también señala que la mayor parte de la población no cree en prácticas o creencias relacionadas con la magia, las brujas, o el mal augurio del número 13, las cuales tienen una aceptación muy baja. Además, en relación con las prácticas alternas en salud, pocos creen que sean más efectivas que la medicina convencional, y menos aún opinan que deberían ser cubiertas por el sistema de salud pública.
En resumen, el estudio muestra que la sociedad española mantiene una fuerte inclinación hacia el conocimiento científico y racionalidad, particularmente en áreas críticas como la salud y el medio ambiente. Aunque persisten creencias alternativas, estas tienen un impacto residual, y la ciencia sigue siendo considerada la mejor herramienta para entender y resolver los problemas más relevantes.
La relación con la religión ha cambiado, perdiendo gran parte de su influencia en la vida cotidiana de los españoles. Las creencias alternativas, aunque no inexistentes, son vistas principalmente como complementarias, más que como reemplazos de la medicina basada en evidencia. ▪️
Información facilitada por la Fundación BBVA
Fuente: Estudio de la Fundación BBVA sobre creencias de base científica y creencias y prácticas alternativa
