El tiburón sedoso logra una migración récord de libro Guinness

Biólogos marinos confirman la migración récord de un tiburón sedoso en aguas del océano Pacífico Oriental Tropical: 27.666 kilómetros en 546 días. El hallazgo arroja luz sobre la urgente necesidad de tomar medidas para conservar esta especie marina.

Por la Save Our Seas Foundation

Ejemplar de tiburón sedoso (Carcharhinus falciformis). Crédito: Pelayo Salinas de León

En un estudio reciente, investigadores de la Fundación Charles Darwin (CDF), en colaboración con el Instituto de Investigación Guy Harvey (GHRI) y el Centro de Investigación de Tiburones de la Fundación Save Our Seas (SOSF-SRC), de la Universidad Nova Southeastern en Florida, y el Galapagos National Park Directorate (GNPD) ha documentado la migración más extensa jamás registrada para un tiburón sedoso (Carcharhinus falciformis).

El seguimiento de esta proeza ha sacado a la luz datos relevantes sobre el comportamiento de esta especie gravemente sobreexplotada y enfatiza la necesidad urgente de tomar medidas a nivel internacional para evitar la extinción del tiburón sedoso.

El tiburón sedoso está clasificado como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Se trata de una especie comúnmente capturada incidentalmente en la pesca de palangre y redes de enmalle debido a su hábitat de aguas abiertas. Además, su carne, aletas y aceite de hígado son altamente valorados, lo que los pone en riesgo adicional de sobreexplotación.

El tiburón sedoso (Carcharhinus falciformis) es una especie de tiburón de la familia Carcharhinidae, y es conocido por su piel suave y brillante, que le da su nombre común. Este escualo es relativamente grande —suele medir alrededor de 2,5 metros de largo, aunque puede alcanzar hasta 3,5 metros— y frecuenta aguas tropicales y subtropicales de todo el mundo, desde la superficie hasta profundidades de alrededor de 500 metros.

Investigadores colocan una etiqueta satelital montada en una aleta en un tiburón sedoso para rastrear sus movimientos casi en tiempo real.

Biólogos colocan una etiqueta satelital en una aleta en un tiburón sedoso para rastrear sus movimientos casi en tiempo real, un procedimiento que se completa en unos cinco minutos. Cortesía: Pelayo Salinas de León

En julio de 2021, los biólogos colocaron un transmisor satélite en la aleta de un tiburón sedoso que nadaba en aguas próximas a la isla Wolf, en el norte de la Reserva Marina de Galápagos. Se trataba de una hembra adulta que bautizaron como Genie, en honor de Eugenie Clark, ecologista experta en tiburones ya fallecida.

Un viaje equivalente a cruzar Estados Unidos de costa a costa aproximadamente cuatro veces.

Genie pronto se embarcó en un vasto viaje de más de 27.666 kilómetros a lo largo de 546 días, recorriendo una media de 50,67 km diarios. Este viaje épico, equivalente a cruzar Estados Unidos de costa a costa aproximadamente cuatro veces, incluyó dos importantes migraciones hacia el oeste —a medio camino de Hawái— que se extendieron hasta 4.755 kilómetros desde el lugar de marcado hasta aguas internacionales, zonas de alta presión pesquera y mínima regulación.

El susodicho pez batió casi seis veces el récord anterior de migración entre los tiburones sedosos, y pone de relieve el amplio uso que hacen los tiburones del océano abierto, mucho más allá de las jurisdicciones de un país. Esto pone en evodencia la urgente necesidad de establecer normativas para conservar la biodiversidad oceánica más allá de las zonas de jurisdicción nacional, en este caso, de Estados Unidos.

Los tiburones pelágicos están en serios problemas. Los grandes tiburones sedosos, que alguna vez fueron un avistamiento común en las islas oceánicas del Pacífico Oriental Tropical, se están volviendo cada vez más raros debido a la continua disminución de la población mundial, principalmente a causa de la sobrepesca. Cortesía: Pelayo Salinas de León

”Comprender las rutas migratorias del tiburón sedoso y otros tiburones pelágicos amenazados es crucial para desarrollar estrategias de gestión eficaces que reviertan el actual declive de las poblaciones mundiales— dice Pelayo Salinas de León, autor principal del estudio y coinvestigador principal del proyecto de ecología de tiburones de la Fundación Charles Darwin. Y añade—: Los tiburones llevan cientos de millones de años recorriendo los océanos del mundo, y los límites cartográficos que los humanos hemos establecido sobre el papel no significan nada para ellos”.

Las largas migraciones a través de aguas internacionales sometidas a una intensa presión pesquera exponen a los tiburones sedosos a importantes riesgos. “Este particular pone de relieve la necesidad de una respuesta mundial coordinada para garantizar la supervivencia de este grupo de especies tan amenazado”, sugiere Salinas de León.

Los tiburones sedosos son particularmente vulnerables a la sobrepesca debido a su lento crecimiento, madurez tardía y la alta demanda en el comercio global de aletas de tiburón. Clasificados como Vulnerables en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, representan uno de los tiburones más frecuentemente capturados tanto en pesquerías artesanales como industriales, y son una prioridad de conservación para la CDF y otras organizaciones.

Es notable que más del 99% del tiempo en que se rastreó a Genie ocurrió dentro de aguas internacionales al oeste y sur, muy fuera de la Zona Económica Exclusiva gestionada por Ecuador alrededor de las Islas Galápagos, destacando la necesidad crítica de cooperación internacional en la protección de estos tiburones oceánicos que viajan largas distancias.

Ejemplar juvenil de tiburón sedoso.

Ejemplar juvenil de tiburón sedoso. La sobrepesca es una de las amenazas para la supervivencia de esta especie. Foto: Officer or volunteer of NEFSC/NOAA Ecosystems Surveys Branch (ESB)

"Obtener rastreos de tiburones con buena resolución de ubicación durante más de un año es difícil en el mejor de los escenarios. En este caso, pudimos rastrear a Genie durante 1,5 años, lo que revela rutas de viaje inesperadamente constantes y repetidas de enormes distancias que se adentran en alta mar, mucho más allá de la gestión nacional y de las actuales zonas marinas protegidas— explica el coautor del estudio Mahmood Shivji, del SOSF-SRC y el GHRI. Y continúa—: Este hallazgo es una llamada de acción para que todas las partes implicadas en la conservación marina y la gestión pesquera trabajen juntas para proteger estas especies emblemáticas y los ecosistemas oceánicos que habitan". ◾️

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