El complejo sistema de comunicación de los cachalotes
Científicos del MIT han identificado una estructura combinatoria en el lenguaje de estos mamíferos marinos. Estos ajustan y modulan diferentes chasquidos y ritmos para crear vocalizaciones elaboradas y expresivas, similares al lenguaje humano. El equipo ha analizado grabaciones de unos sesenta especímenes que han utilizado para definir un alfabeto fonético.
Por el SINC
El cachalote (Physeter macrocephalus) es una especie fascinante de mamífero marino. Además, es el miembro más grande de la familia de los cetáceos con dientes. Los cachalotes son conocidos por su cabeza enorme, que constituye aproximadamente un tercio de su longitud total. Pueden medir hasta 20 metros de largo y pesar hasta 57 toneladas.
Este cetáceo se encuentra en todos los océanos del mundo, desde las aguas tropicales hasta las de la zona polar. Prefieren aguas profundas, y son conocidos por ser excelentes buceadores, ya que se sumergen a profundidades de más de 2.000 metros en busca de alimento, principalmente calamares y peces de aguas profundas. Su método de caza implica el uso de ecolocalización para detectar y desorientar a sus presas.
Los cachalotes son animales sociales que viven en grupos matrilineales, es decir, los grupos están compuestos principalmente por hembras y sus crías, mientras que los machos adultos tienden a ser más solitarios o formar grupos con otros machos. Estos grupos son conocidos por sus complejas interacciones sociales y comunicaciones.
Pero no solo su forma, tamaño y comportamiento son característicos de la especie, sino también los sonidos tan audibles que emiten.
Los cachalotes son los animales con el cerebro más grande que jamás haya existido en nuestro planeta.
Este tipo de comunicación es importante para los animales, ya que les ayuda a tomar decisiones en grupo y a coordinar tareas conjuntas, como la búsqueda de alimento y la cría de sus pequeños. En el caso de estos mamíferos marinos, hablan entre sí mediante secuencias de chasquidos, pero hasta ahora poco más se conocía sobre este proceso.
Hay que tener en cuenta que los cachalotes son los animales con el cerebro más grande que jamás haya existido en nuestro planeta: el cerebro de un cachalote puede pesar hasta 9 kilogramos. El contraste entre la aparente simplicidad de su sistema de comunicación y la variedad de comportamientos coordinados que permite ha planteado un misterio fundamental a los biólogos marinos.
Ahora, investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, han analizado grabaciones de unos sesenta especímenes diferentes del clan del CaribeOriental, dentro del Proyecto Cachalote de Dominica, y las han utilizado para definir un alfabeto fonético.
Todos ellos forman parte de la misión CETI (siglas en inglés de Iniciativa de Traducción de Cetáceos), uno de los mayores proyectos de comunicación entre especies de la historia, que incluye a expertos en lingüística, robótica, ingeniería fotográfica e inteligencia artificial.
“La combinación y estructura de las secuencias de chasquidos depende del contexto conversacional de cada individuo”, explican los autores del estudio, que aparece publicado en en la revista Nature Communications. Así, han descubierto que el sistema de comunicación de estas ballenas es más complejo y tiene mayor capacidad de transmisión de información de lo que se pensaba.
En una nota de prensa del MIT podemos leer que los investigadores identificaron en este alfabeto fonético del cachalote que varios elementos que los científicos denominan ritmo, tempo, rubato y ornamentación interactúan para formar una amplia gama de codas distinguibles; la coda silábica en los cachalotes se refiere a un tipo específico de patrón de clics utilizado en su comunicación. Por ejemplo, las ballenas modulaban sistemáticamente ciertos aspectos de sus codas en función del contexto de la conversación, como variar suavemente la duración de las llamadas — rubato— o añadir chasquidos ornamentales adicionales. Pero, lo que es aún más sorprendente es que los biólogos han descubierto que los componentes básicos de estas codas podían combinarse entre sí, lo que permitía a las ballenas construir un amplio repertorio de vocalizaciones distintas.
Los científicos han identificado pues una estructura combinatoria en su lenguaje, en el que pueden ajustar y modulares diferentes chasquidos y ritmos para crear vocalizaciones complejas y expresivas, similares al lenguaje humano.
“Nos aventuramos en lo desconocido para descifrar los misterios de la comunicación de los cachalotes sin ningún dato real preexistente— afirma Daniela Rus, directora del MIT Computer Science and Artificial Intelligence Laboratory (CSAIL) y profesora de Ingeniería Eléctrica e Informática (EECS) en el MIT. Y añade—: El uso del aprendizaje automático es importante para identificar las características de sus comunicaciones y predecir lo que dicen a continuación. Nuestros hallazgos indican la presencia de contenido informativo estructurado, y además desafían la creencia predominante entre muchos lingüistas de que la comunicación compleja es exclusiva de los humanos”.
En palabras de Rus, se trata de un paso adelante para demostrar que otras especies tienen niveles de complejidad comunicativa que no se han identificado hasta ahora, profundamente relacionados con el comportamiento. “Nuestros próximos pasos pretenden descifrar el significado que subyace a estas comunicaciones y explorar las correlaciones a nivel social entre lo que se dice y las acciones del grupo”, dice Rus.
Aunque aún se desconoce la función y el significado de dichas combinaciones sonoras, los expertos sugieren que el lenguaje de los cachalotes es “potencialmente capaz de representar un gran número de significados posibles”.
Información facilitada por el SINC y MIT News -Adaptación: Enrique Coperías / Rexmolón Producciones
Fuente: Sharma, P., Gero, S., Payne, R. et al. Contextual and combinatorial structure in sperm whale vocalisations. Nature Communications (2024). DOI: https://doi.org/10.1038/s41467-024-47221-8