El ADN antiguo revela los secretos de las migraciones que dieron forma a Europa en el primer milenio

Un nuevo método genético muestra cómo las migraciones del primer milenio de nuestra era transformaron Europa. Este avance combina pruebas genéticas con registros históricos, y revela movimientos clave desde la Edad de Hierro hasta la Era Vikinga.

Por Enrique Coperías

Para estudiar las migraciones en Europa durante los primeros mil años de nuestra era,  los investigadores analizaron 1.500 genomas europeos.

Para estudiar las migraciones en Europa durante los primeros mil años de nuestra era, los investigadores analizaron 1.500 genomas europeos de personas que vivieron durante la Edad de Hierro, la caída del Imperio romano, el período de migraciones altomedievales y la Era Vikinga. Imagen generada con DALL_E

Un nuevo método de análisis genético ha permitido a los investigadores desentrañar los movimientos migratorios que transformaron Europa durante el primer milenio después de Cristo. Dirigida por el Instituto Francis Crick (Estados Unidos), esta investigación utiliza ADN antiguo para mostrar detalles inéditos sobre estos desplazamientos.

Los cambios en el ADN ofrecen pistas sobre los movimientos históricos de las poblaciones, pero identificar estos patrones es especialmente complicado cuando los grupos genéticos son muy similares. Ahora, un innovador método de análisis, denominado Twigstats, facilita la identificación precisa de diferencias genéticas entre grupos cercanos, lo que proporciona una nueva ventana al pasado.

Nuestro ADN contiene rastros de mutaciones heredadas de los antepasados, lo que nos conecta en complejos árboles genealógicos genéticos. Pues bien, Twigstats examina estas conexiones, y se enfoca en mutaciones más recientes para identificar vínculos entre poblaciones históricas que vivieron en periodos relativamente cercanos. Este enfoque permite mapear los movimientos y mezclas genéticas con una precisión sin precedentes.

La expansión de los germanohablantes hacia el sur y el norte de Europa

El equipo del Francis Crick analizó más de 1.500 genomas europeos de personas que vivieron durante la Edad de Hierro, la caída del Imperio romano, el período de migraciones altomedievales y la Era Vikinga (años 1-1000 d. C.). Este análisis reveló movimientos significativos, como las migraciones de grupos germanohablantes hacia el sur y el norte de Europa, así como interacciones genéticas con poblaciones locales.

A principios de la Edad de Hierro, el Imperio romano documentó conflictos con grupos germánicos al norte de sus fronteras. Utilizando Twigstats, los científicos identificaron pruebas genéticas que confirman migraciones desde el norte de Alemania y Escandinavia hacia el sur de Europa.

Estas poblaciones dejaron su huella en regiones como Alemania del sur, Italia, Polonia, Eslovaquia y Gran Bretaña. Un caso destacado es el de un individuo del sur de Europa que presentaba un 100% de ascendencia escandinava. La interacción entre migrantes y poblaciones locales resultó en mezclas genéticas que dieron origen a las principales ramas de las lenguas germánicas: una en Escandinavia, otra extinta y la tercera base del alemán y el inglés modernos.

Los análisis genéticos identifican tres oleadas de migraciones en toda Europa.

Los análisis genéticos identifican tres oleadas de migraciones en toda Europa. Crédito: Leo Speidel, Instituto Francis Crick

Migraciones previas a la Era Vikinga

Twigstats también permitió identificar un flujo migratorio hacia el norte de Escandinavia entre los años 300 y 800 d. C., justo antes de la Era Vikinga. Análisis biomoleculares de dientes en la isla de Öland (Suecia) revelaron que personas con ascendencia centroeuropea crecieron en la región, y sugieren un cambio poblacional duradero. Este movimiento podría estar relacionado con los conflictos detectados en registros arqueológicos de la época.

La investigación también respalda los relatos históricos de la expansión vikinga (800-1050 d. C.). Se hallaron individuos en el este de Europa —las actuales Ucrania y Rusia— con ascendencia sueca, y en Gran Bretaña, personas con linajes vinculados a Dinamarca. En fosas comunes de la Edad Vikinga en Gran Bretaña, hombres con vínculos genéticos a Escandinavia sugieren incursiones vikingas que terminaron trágicamente para algunos.

Tecnología genética para desentrañar la historia

Twigstats analiza árboles genealógicos genéticos, y observa cómo las mutaciones recientes conectan a personas del pasado con poblaciones modernas. Este método permite estudiar con precisión movimientos migratorios a pequeña escala, que hasta ahora habían permanecido ocultos.

Twigstats nos permite contemplar migraciones que antes eran invisibles, y revela detalles sobre los movimientos poblacionales de Europa en la Edad de Hierro y la Era Vikinga. Este método puede aplicarse a otras regiones y ayudarnos a resolver los enigmas de la historia humana.
— Leo Speidel, autor principal del estudio e investigador en el RIKEN (Japón)

En palabras de Pontus Skoglund, líder del Laboratorio de Genómica Antigua del Instituto Francis Crick, «esta herramienta abre nuevas posibilidades para entender la historia genética en alta resolución. Ahora, necesitamos expandir los registros de genomas antiguos para explorar preguntas que antes eran inaccesibles».

«Twigstats proporciona una base para resolver debates sobre el papel de las migraciones en la configuración de una Europa reconocible. Es un avance emocionante para la historia y la genética», explica Peter Heather, historiador medieval del King's College de Londres, en la nota de prensa del Instituto Francis Crick que anuncia este descubrimiento. ▪️

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