Cómo matar al cáncer de mama… de hambre

Un equipo de científicos descubre una forma de privar al cáncer de mama tanto de un nutriente vital como de una vía alternativa de suministro de comida que usan las células malignas para multiplicarse y propagarse.

Por Jennifer Michalowski

Cuando las células de cáncer de mama de rápido crecimiento se quedan sin glutamina, recurren a una línea de suministro alternativa. PHGDH (arriba, en verde) es una enzima clave en esa vía metabólica.

Cuando las células de cáncer de mama de rápido crecimiento se quedan sin glutamina, recurren a una línea de suministro alternativa. PHGDH (arriba, en verde) es una enzima clave en esa vía metabólica. El profesorMichael Lukey ha descubierto que cuando la glutamina y la PHGDH se agotan simultáneamente en las células de cáncer de mama, su crecimiento se detiene.

Las células cancerosas tienen un apetito voraz. Y hay ciertos nutrientes sin los que las células malignas no pueden vivir. Los científicos llevan mucho tiempo esperando poder detener los tumores de raíz cortando una parte esencial de su dieta. Pero las células cancerosas son astutas, y a menudo encuentran una nueva forma de obtener lo que necesitan para sobrevivir. Pero ¿cómo lo consiguen? Muy sencillo: reprogramando su metabolismo y cambiando a otras fuentes de alimentación.

Ahora, el profesorMichael Lukey, del Laboratorio Cold Spring Harbor (CSHL), en Estados Unidos, ha descubierto una forma de privar a las células cancerosas tanto de un nutriente vital como de su suministro de reserva. En experimentos de laboratorio con células de cáncer de mama, modelos de tejidos derivados de pacientes y ratones, esta estrategia logró eliminar las células cancerosas y reducir los tumores.

¿Cómo funciona esta estrategia? Volvamos al metabolismo del cáncer. Las células cancerosas agresivas consumen ávidamente un aminoácido llamado glutamina. Utilizan este nutriente vital para generar la energía y los materiales necesarios para crecer y replicarse.

Los tumores necesitan glutamina, pero se las ingenian para vivir sin ella cuando falta

Estudios anteriores han demostrado que privar a las células cancerosas de glutamina o impedir su conversión en metabolitos puede detener el crecimiento de las células en el laboratorio. Sin embargo, en ensayos clínicos recientes, las pacientes con cáncer de mama no se beneficiaron de un medicamento que adoptara este enfoque. Esto sugiere que las células del cáncer de mama pueden adaptarse y encontrar una manera de vivir sin glutamina.

Lukey y su colega Yijian Qiu vieron lo mismo en su laboratorio. Observaron que las células del cáncer mamario se adaptan a la ausencia de glutamina activando una vía que genera un metabolito crítico llamado alfa-cetoglutarato, normalmente derivado de la glutamina. Esto permite que las células cancerosas continúen produciendo la energía y los materiales de construcción que de otro modo obtendrían de la glutamina. Fue un momento en el que se le encendió la bombilla al laboratorio de Lukey.

«Eso nos hizo pensar en lo siguiente: ¿podríamos explotar esto para la terapia contra el cáncer? —recuerda Lukey. Y añade—: ¿Podríamos dirigirnos al metabolismo de la glutamina? Sabemos que las células se adaptan a eso. Entonces, ¿podríamos dirigirnos simultáneamente a su respuesta adaptativa mediante la inhibición de la vía?».

El enfoque tuvo éxito, ya que eliminó células de cáncer de mama en placas de laboratorio y trató eficazmente tumores en ratones. El equipo de Lukey observó que los tumores dejaban de crecer e incluso se reducían con el tratamiento combinado. Los animales permanecieron sanos.

Un corte en las dos vías metabólicas

Ahora se están investigando inhibidores de ambas vías metabólicas. Lukey señala que estas vías podrían ser especialmente importantes para la metástasis del cáncer de mama en distintos tejidos, incluidos algunos muy difíciles de tratar. «Las metástasis cerebrales, en particular, carecen de terapias eficaces», explica Lukey.

Lukey espera que la terapia combinada de su laboratorio pueda acabar mejorando la eficacia de los inhibidores del metabolismo de la glutamina en la práctica clínica. Esto podría traducirse en nuevos tratamientos eficaces contra las adicciones metabólicas del cáncer. ▪️

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