Una criatura gigante parecida a una salamandra fue el terror de los depredadores en la edad de hielo anterior a la aparición de los dinosaurios

Cuarenta millones de años antes de que evolucionaran los primeros dinosaurios, un feroz depredador acechaba en las aguas pantanosas. Conoce a Gaiasia jennyae, la criatura con cabeza en forma de tapa del váter cuyos restos fósiles se han encontrado en Namibia.

Por el Field Museum

Recreación artística del tetrápodo troncal Gaiasia jennyae. Ilustración: Gabriel Lio

Cuarenta millones de años antes de que surgieran los primeros dinosaurios en el Triásico, un feroz depredador cazaba en las aguas pantanosas. Sólo su cráneo medía más de 60 centímetros de largo. Estaba al acecho, con las mandíbulas abiertas de par en par, preparándose para aprisionar con sus mandíbulas entrelazadas a cualquier presa lo suficientemente imprudente como para pasar nadando frente a ellas.

Te presento a Gaiasia jennyae, la criatura del pantano con cabeza en forma de asiento de váter. Los científicos describen este fósil recién descubierto en un artículo publicado en la revista Nature.

"Gaiasia jennyae era considerablemente más grande que una persona, y probablemente pasaba el tiempo cerca del fondo de pantanos y lagos. Tiene una cabeza grande y plana, con forma de tapa de váter, que le permite abrir la boca y succionar a sus presas —explica Jason Pardo, becario postdoctoral de la NSF en el Museo Field de Chicago (EE. UU.) y coautor principal del estudio de Nature. Y añade—:Tiene unos colmillos enormes, toda la parte delantera de la boca está tachonada de dientes gigantes. Se trata de un gran depredador, pero en teoría también era un depredador relativamente lento a la hora de hacer embiscadas".

El fósil ha sido hallado en Namibia

El fósil debe su nombre a la Formación Gai-as, en Namibia, donde fue hallado, y a Jenny Clack, paleontóloga especializada en la evolución de los primeros tetrápodos, los vertebrados de cuatro extremidades que evolucionaron a partir de peces con aletas lobuladas (sarcopterigios) y dieron lugar a anfibios, reptiles, aves y mamíferos.

La coautora principal del estudio, Claudia Marsicano, de la Universidad de Buenos Aires (Argentina), y sus colegas fueron quienes se toparon con el fósil. "Cuando encontramos este enorme espécimen en el afloramiento como una concreción gigante, fue realmente impactante. Nada más verlo supe que era algo completamente diferente. Estábamos muy emocionados —explica Marsicano. Y añade—: Tras examinar el cráneo, me llamó la atención la estructura de la parte frontal. Era la única zona claramente visible en ese momento, y mostraba unos grandes colmillos entrelazados muy poco habituales. Permitía dar una mordida única para los primeros tetrápodos".

El equipo desenterró varios ejemplares; entre ellos, uno con el cráneo y la columna vertebral bien conservados y articulados. "Teníamos un material realmente fantástico, incluido un cráneo completo, que podíamos utilizar para comparar con otros animales de esta época y hacernos una idea de lo que era este animal y lo que lo hace único", dice Pardo. Resulta que hay muchas cosas en la criatura que la hacen especial.

Esqueleto fósil, que incluye el cráneo y la columna vertebral, de un ejemplar de Gaiasia jennyae. Cortesía: C. Marsicano

Mientras que hoy en día, Namibia está justo al norte de Sudáfrica, hace 300 millones de años se hallaba aún más al sur. Estaba cerca del paralelo 60, casi a la par con el punto más septentrional de la Antártida en la actualidad. Y en ese momento, la Tierra se acercaba al final de una edad de hielo.

Las tierras pantanosas próximas al ecuador se estaba secando y volviéndose más boscosa, pero más cerca de los polos, los pantanos permanecieron, potencialmente junto a parches de hielo y glaciares.

En las partes más cálidas y secas del mundo, los animales estaban evolucionando hacia nuevas formas. Los primeros vertebrados de cuatro patas, llamados tetrápodos troncales, se ramificaron y se dividieron en linajes que un día se convertirían en mamíferos, reptiles y anfibios. Pero en los márgenes, en lugares como lo que hoy es Namibia, quedaron formas más antiguas.

El principal depredador de su ecosistema

"Gaiasia es un tetrápodo troncal, un vestigio de ese grupo anterior, antes de que evolucionaran y se dividieran en los grupos que se convertirían en mamíferos, aves, reptiles y anfibios, llamados tetrápodos coronados— explica Pardo. Y continúa—: Es muy, muy sorprendente que Gaiasia sea tan arcaica. Estaba emparentada con organismos que se extinguieron probablemente 40 millones de años antes".

Es más, para ser un vestigio extraño de una época aún más antigua, a Gaiasia parecía irle bastante bien. "Hay otros animales más arcaicos de hace 300 millones de años, pero eran raros, pequeños y hacían lo suyo— dice Pardo. Y añade—: Gaiasia es grande y abundante, y parece ser el principal depredador de su ecosistema".

Y aunque Gaiasia jennyae es solo una especie, aporta información de gran alcance a los paleontólogos que estudian cómo estaba cambiando el mundo durante el Pérmico. "Nos dice que lo que ocurría en el extremo sur era muy diferente de lo que ocurría en el Ecuador. Y eso es muy importante, porque en esa época aparecieron muchos grupos de animales que no sabemos realmente de dónde procedían —explica Pardo. Y concluye—: El hecho de que hayamos encontrado Gaiasia en el extremo sur nos dice que había un ecosistema floreciente que podía mantener a estos depredadores tan grandes. Cuanto más busquemos, quizá encontremos más respuestas sobre estos grandes grupos de animales que nos interesan, como los antepasados de los mamíferos y los reptiles modernos". ▪️

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