Descubren en Rumania evidencia de homínidos en Europa hace ¡1,95 millones de años!
Un equipo de científicos ha encontrado marcas de herramientas en huesos del yacimiento de Grăunceanu, en Rumania, que datan de hace 1,95 millones de años. Este hallazgo redefine la cronología de la presencia hominina en Europa y pone de manifiesto su sorprendente adaptabilidad.
Por Enrique Coperías
Un equipo internacional de investigadores, liderado por Sabrina Curran, profesora de Antropología en la Universidad de Ohio, en Estados Unidos, ha descubierto evidencias revolucionarias que reescriben la cronología de la actividad temprana de los homininos en Europa. Los homininos contituyen un grupo dentro de la familia de los homínidos que incluye a los seres humanos modernos (Homo sapiens) y a sus parientes extintos que forman del proceso evolutivo humano, como el Homo habilis, el Homo erectus, Homo neanderthalensis y los australopitecos.
Los hallazgos, que incluyen marcas de corte en huesos descubiertos en el yacimiento de Grăunceanu, en Rumania, sugieren que los homíninos habitaron el continente hace al menos 1,95 millones de años, lo que desplaza hacia atrás en e tiempo las estimaciones anteriores.
La investigación, codirigida por Alexandru Petculescu, del Instituto de Espeleología "Emil Racoviţă", y Claire E. Terhune, profesora en la Universidad de Arkansas, detalla cómo estas marcas, identificadas en huesos de animales de la época, representan una de las primeras evidencias del uso de herramientas de piedra y del procesamiento de carne en Eurasia.
«El hallazgo de estas marcas de corte es crucial, ya que redefine la cronología de la actividad hominina en Eurasia», explica Curran en un comunicado de la Universidad de Ohio. El estudio, publicado en Nature Communications, refuerza la idea de que los homininos ya habían comenzado a explorar una variedad de entornos europeos mucho antes de lo que se creía.
Un yacimiento clave para entender la dispersión de los homininos
Grăunceanu, ubicado en el valle del río Olteţ en el sur de los Cárpatos, destaca como uno de los yacimientos mejor datados del Pleistoceno temprano en Europa. Los datos bioestratigráficos y de datación por uranio-plomo (U-Pb) sitúan los restos en una antigüedad mínima de 1,95 millones de años, con posibles indicios de fechas aún anteriores. Esto convierte a Grăunceanu en uno de los primeros sitios en Europa con evidencia clara de actividad hominina.
El descubrimiento es significativo no solo por la cronología, sino también por el contexto paleoambiental reconstruido. Análisis isotópicos realizados en dientes de caballo de la época indican que la región era un entorno de estepa boscosa, con un clima relativamente templado y estacional.
«Nuestros datos muestran que los homininos de Grăunceanu vivían en un ambiente diverso; se enfrentaban a fluctuaciones estacionales similares a las actuales, pero con mayores niveles de precipitación invernal», comenta Virgil Drăguşin, miembro del equipo.
Desde mamuts hasta pangolines
Además, los hallazgos incluyen fósiles de una amplia variedad de especies, como mamuts, antílopes, felinos dientes de sable y el último representante de pangolines en Europa. Esto refuerza la idea de que los primeros homínidos tenían una notable capacidad de adaptación a diferentes ecosistemas. «La biodiversidad de la región subraya la riqueza del entorno en el que estos homínidos vivieron y prosperaron», advierte Curran.
La investigación destaca por su rigor metodológico. El análisis tafonómico, que permite distinguir mezclas de fósiles de distintas edades, identificó un total de veinte huesos con marcas de corte, de los cuales siete fueron clasificados con alta confianza. Estas marcas, observadas principalmente en tibias, mandíbulas y húmeros de artiodáctilos, presentaban características consistentes con actividades de despiece y extracción de carne.
El equipo empleó tanto análisis cualitativos como cuantitativos de las marcas, y utilizaron tecnología avanzada de perfilometría 3D para confirmar su origen antropogénico.
Marcas de corte
«Las marcas lineales que identificamos como cortes tienen trayectorias rectas, orientaciones transversales y superficies internas del mismo color que el hueso circundante, características típicas del uso de herramientas de piedra», explica Michael Pante, de la Universidad Estatal de Colorado. Este enfoque meticuloso refuerza la credibilidad de los hallazgos, incluso en ausencia de herramientas de piedra o restos de homínidos en el sitio.
El descubrimiento en Grăunceanu supera en antigüedad a los famosos yacimientos de Dmanisi en Georgia, fechados en 1,8 millones de años, y desafía la idea de que los homininos tardaron más en colonizar Europa en comparación con otras regiones de Eurasia. «Este yacimiento sugiere que los homínidos estaban más extendidos de lo que se pensaba anteriormente, y que su presencia en Europa podría haber sido intermitente pero persistente», afirma Terhune.
La comparación con otros sitios tempranos fuera de África también revela patrones interesantes. Por ejemplo, el yacimiento chino de Shangchen, con herramientas de piedra datadas en 2,1 millones de años, y el sitio de Masol, en la India, con marcas de corte de hasta 2,6 millones de años, sugieren que las primeras dispersiones homininas fueron más amplias y complejas de lo que se suponía.
Una historia en construcción
«Estos datos indican una flexibilidad ecológica notable entre los primeros miembros del género Homo, que les permitió adaptarse a una variedad de climas y ecosistemas», sostiene Curran.
A pesar de la falta de restos humanos directos en Grăunceanu, el equipo argumenta que la evidencia de marcas de corte es suficiente para atribuir estas actividades a homininos. «La historia de la evolución humana es mucho más intrincada de lo que imaginábamos, y apenas estamos arañando la superficie», dice Curran.
El equipo presentará sus hallazgos en la conferencia de la Asociación Estadounidense de Antropólogos Biológicos (AABA) en marzo de 2025, lo que promete abrir nuevos debates sobre la dispersión temprana de los homininos. «Nuestros resultados son un recordatorio de que los homininos estaban constantemente explorando nuevos horizontes, enfrentando desafíos ambientales y mostrando una capacidad de adaptación extraordinaria», concluye Curran.
El descubrimiento en Grăunceanu, respaldado por datos sólidos y análisis avanzados, establece un nuevo punto de referencia en nuestra comprensión de la prehistoria humana, y subraya la importancia de Europa en los primeros capítulos de nuestra historia evolutiva. ▪️
Información facilitada por la Universidad de Ohio
Fuente: Curran, S. C., Drăgușin, V., Pobiner, B. et al. Hominin presence in Eurasia by at least 1.95 million years ago. Nature Communications (2025). DOI: https://doi.org/10.1038/s41467-025-56154-9