Reconstruyen los ecosistemas del norte de África que colonizaron por primera vez los homininos

Un equipo de científicos ha logrado reconstruir la diversidad ambiental de este entorno hace 2,4 millones de años, cuando el paisaje estaba dominado por un paisaje árido con una variedad de hábitats y recursos que facilitó el asentamiento de los homininos.

Por Enrique Coperías

Vista general de los trabajos de excavación en el yacimiento marroquí de Guefaït-4/IPHES-CERCA.

Vista general de los trabajos de excavación en el yacimiento marroquí de Guefaït-4/IPHES-CERCA. Cortesía: CENIEH

El geólogo Alfonso Benito Calvo, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), en Burgos, forma parte del equipo internacional que acaba de publicar en la revista Nature Communicactions un artículo sobre los trabajos en el yacimiento marroquí de Guefaït-4 que han permitido reconstruir el contexto ecológico del norte de África hace 2,5 millones de años.

A través de los múltiples análisis realizados, este equipo de investigación multidisciplinar ha podido constatar que este territorio gozaba de una diversidad de ambientes donde dominaba un contexto ecológico árido, pero con zonas boscosas, humedales y espacios más abiertos. Esta información paleoecológica es muy importante para entender la evolución de los homininos del Plio-Plistoceno en el norte de África y profundizar en sus capacidades adaptativas en los entornos cambiantes y cada vez más abiertos que encontramos en este período en el continente africano.

Esta es la principal conclusión de este trabajo liderado por Iván Ramírez-Pedraza, investigador FI Agaur Grant en el IPHES-CERCA, en el que además del CENIEH han participado científicos de universidades y centros de investigación de España, Marruecos, Alemania, Francia e Islandia, entre otros países.

Hay que decir que básicamente los homininos son un subgrupo dentro de los homínidos, que incluye solo a los seres humanos (Homo) y a sus parientes más cercanos, como los géneros extintos Australopithecus, Paranthropus, y Ardipithecus. Básicamente, los homininos engloba a todos los primates que están más cercanamente relacionados con los humanos que con los otros grandes simios, como los gorilas y chimpancés.

Trabajos de excavación en el yacimiento de Guefaït-4 (Marruecos).

Trabajos de excavación en el yacimiento de Guefaït-4 (Marruecos). Cortesía: IPHES-CERCA

Por su parte, los homínidos son una familia de primates que comprende a los humanos modernos (Homo sapiens) y a los grandes simios, como los chimpancés, gorilas y orangutanes, así como a sus ancestros evolutivos. Esta familia agrupa a todos los primates más cercanos a los humanos en términos evolutivos, incluyendo tanto especies vivas como extintas.

Según Ramírez-Pedraza, «nuestros resultados ofrecen el primer marco ecológico conocido en el norte de África de donde, hasta ahora, no se disponían de datos robustos y bien acotados, a diferencia de otras partes del continente como, por ejemplo, el este y el sur».

Estos datos se han obtenido aplicando diversas técnicas de análisis complementarias, como el análisis de los isótopos estables y el desgaste dental de los restos de fauna de grandes vertebrados recuperados en el yacimiento de Guefaït-4.

Análisis del polen e identificación de especies


Por un lado, el estudio isotópico del esmalte dental de los mamíferos proporciona información relacionada con el tipo de alimento ingerido y la temperatura del agua que consumían los animales. Por otro lado, se ha realizado un análisis del microdesgaste dental, que consiste en cuantificar una serie de marcas, como son las estrías y los agujeros, formadas en la superficie del diente durante el consumo de alimentos.

Junto a estos análisis, se han realizado también estudios polínicos, análisis de los isótopos de la cera de las plantas encontradas en los sedimentos, y la identificación de las diferentes especies de micromamíferos, microcrustáceos y algas presentes en el yacimiento marroquí.

Los estudios estratigráficos realizados en el CENIEH han puesto de manifiesto que el yacimiento se generó durante una fase más húmeda de lo normal, lo que favoreció la formación de lagunas al pie de las montañas, donde se acumularon fangos y carbonatos que permitieron la fosilización y preservación de los restos faunísticos.

Entre el Plioceno y el Pleistoceno, esto es, el llamando límite Plio-Plistoceno, es cuando se produjo el inicio de las glaciaciones en el hemisferio norte y una tendencia global hacia la aridez. Gracias a este trabajo, ahora se sabe que esta aridez también estaba presente a nivel local, pero que formaba parte de un ecosistema muy diverso.

Modelo 3D de fotogrametría aérea del paisaje del yacimiento de Guefaït-4.

Modelo 3D de fotogrametría aérea del paisaje del yacimiento de Guefaït-4. Cortesía: Alfonso Benito Calvo

Este entorno mosaico regional, combinado con momentos de reverdecimiento del Sáhara durante el límite Plio-Plistoceno, podría haber facilitado la dispersión de comunidades de mamíferos, incluidos los homininos, desde África central u oriental hacia el norte de África. De este modo, pudieron ocupar ecosistemas con una disponibilidad de recursos similar a sus hábitats originales.

La evidencia de los primeros homininos en el norte de África está datada en torno al límite Plio-Plistoceno, o sea, en torno a los 2,5 millones de años, en el yacimiento de Ain Boucherit (Argelia). El contexto ecológico de esta primera población es una cuestión clave para entender las dispersiones de nuestros ancestros y otros mamíferos en estos territorios.

«Si tenemos en cuenta la proximidad de Guefaït con Ain Boucherit, el conocimiento de la ecología de este territorio tan amplio nos puede proporcionar pistas sobre algunos de los recursos ecológicos que podrían haber tenido estos primeros homininos», explica M. Gema Chacón, investigadora del IPHES-CERCA y codirectora del proyecto junto con Robert Sala Ramos, profesor de la Universidad Rovira i Virgili, en Tarragona, y de Hassan Aouraghe, profesor de la Facultad de Ciencias en la Universidad Mohamed Primero, en Marruecos.

Hace unos 2,5 millones de años, los homininos pisaron por primera vez el norte de África, gracias a unas condiciones ambientales que les facilitó su asentamiento. Imagen conceptual generada con DALL-E

  • Información facilitada por el CENIEH

  • Fuente: Ramírez-Pedraza, I., Tornero, C., Aouraghe, H. et al. Arid, mosaic environments during the Plio-Pleistocene transition and early hominin dispersals in northern Africa. Nature Communications (2024). DOI: https://doi.org/10.1038/s41467-024-52672-0

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