Oler lágrimas de mujer reduce el comportamiento agresivo de los hombres
Las lágrimas femeninas amortiguan en los hombres el comportamiento de búsqueda de venganza y reducen la actividad cerebral relacionada con la agresión, según un nuevo experimento.
Por Enrique Coperías
Una nueva investigación, publicada en la revista PLOS Biology, apunta a que las lágrimas de las mujeres contienen sustancias químicas que bloquean la agresividad en los hombres. El estudio, dirigido por Shani Agron, del Instituto Weizmann de Ciencias, en Israel, revela que la olfacción de las lágrimas femeninas causa a una reducción de la actividad cerebral relacionada con la violencia, lo que se traduce en un comportamiento menos agresivo.
Desde hace tiempo, los científicos saben que la conducta agresiva se bloque en los roedores macho cuando estos olfatean las lágrimas de las hembras. Se trata de un ejemplo de quimoseñalización social, un proceso extendido en el mundo animal , aunque poco estudiado y comprendido en el ser humano.
Un juego diseñado para la venganza.
Para determinar si las lágrimas tienen el mismo efecto en las personas, los investigadores expusieron a un grupo de hombres a una muestra de lágrimas emocionales de mujer y a una solución salina mientras jugaban a un juego para dos personas. El juego estaba diseñado para provocar un comportamiento agresivo de uno de los jugadores, al hacerle creer que su contrincante estaba haciendo trampas.
Cuando tenían la oportunidad, los jugadores que se sentían engañados podían vengarse del supuesto tramposo haciéndole perder dinero. Los hombres no sabían lo que estaban esnifando en cada momento, y no podían distinguir entre las lágrimas y la solución salina, ambas inodoras.
El comportamiento agresivo de búsqueda de venganza durante el juego disminuyó más de un 40 % después de que los hombres olfatearan las lágrimas emocionales de las mujeres. Cuando el experimento se repitió en un escáner de resonancia magnética, las imágenes funcionales mostraron dos regiones cerebrales relacionadas con la agresión: el córtex prefrontal y la ínsula anterio. Ambas zonas se volvieron más activas cuando los hombres fueron provocados durante el juego, pero no se tornaron tan activas en las mismas situaciones cuando los hombres esnifaban las lágrimas.
Individualmente, cuanto mayor era la diferencia en esta actividad cerebral, menor era la frecuencia con la que el jugador se vengaba de su contrincante durante el juego. El hallazgo de este vínculo entre las lágrimas, la actividad cerebral y el comportamiento agresivo implica que la quimoseñalización social es un factor de la agresividad humana, no una simple curiosidad animal.
Los autores añaden: "Descubrimos que, al igual que en los ratones, las lágrimas humanas contienen una señal química que bloquea la agresión masculina conespecífica. Esto va en contra de la idea de que las lágrimas emocionales son exclusivamente humanas".
Información facilitada por Plos Biology
Fuente: Shani Agron, Claire A. de March, Reut Weissgross, Eva Mishor, Lior Gorodisky, Tali Weiss, Edna Furman-Haran, Hiroaki Matsunami, Noam Sobel. A chemical signal in human female tears lowers aggression in males. Plos Biology (2023). DOI: https://doi.org/10.1371/journal.pbio.3002442