Los oasis, amenazados gravemente por la desertificación

Los seres humanos han ampliado artificialmente muchos de los oasis del mundo, Los seres humanos han ampliado artificialmente muchos de los oasis del mundo, pero esta práctica, que requiere el consumo de muchísima agua, a menudo no es sostenible. La desertificación ya ha provocado la pérdida de unos 135.000 kilómetros cuadrados de oasis, y es probable que desaparezcan muchos.

Por Rebecca Dzombak

Los oasis, amenazados por el ser humano,

En los últimos veinticinco años, los oasis del mundo han crecido 220.000 kilómetros cuadrados en algunos lugares y se redujeron 135.000 kilómetros cuadrados en otros lugares debido a la desertificación, según un nuevo estudio de Earth's Future. Foto: Sergey Pesterev/unsplash

Los oasis son importantes hábitats y fuentes de agua para las regiones áridas, y sustentan al 10% de la población mundial a pesar de ocupar alrededor del 1,5% de la superficie terrestre. Pero en muchos lugares, el cambio climático y las actividades antropogénicas, esto es, del ser humano, amenazan la frágil existencia de los oasis.

Una nueva investigación muestra cómo los oasis del mundo han crecido y disminuido en los últimos veinticinco años a medida que cambiaban los patrones de disponibilidad de agua y la desertificación invadía estos refugios húmedos.

"Aunque la comunidad científica siempre ha destacado la importancia de los oasis, no existía un mapa claro de su distribución mundial— explica Dongwei Gui, geocientífico de la Academia China de Ciencias que ha dirigido el nuevo estudio. Y añade—: La investigación sobre los oasis tiene una importancia tanto teórica como práctica para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y promover el desarrollo sostenible en las regiones áridas."

La extensión de los oasis creció artificialmente casi 86.000 kilómetros cuadrados en solo veinticinco años, principalmente en Asia.

La nueva investigación, publicada en la revista Earth's Future de la AGU, ha descubierto que los oasis en todo el mundo crecieron en más de 220.000 km2 entre 1995 y 2020, principalmente debido a proyectos intencionales de expansión de oasis en Asia. Pero la desertificación provocó la pérdida de 135.000 km2 de oasis durante el mismo período, también principalmente en Asia. Esto ha llevado a un crecimiento neto de 86.000 km2 durante el período del veinticinco años estudiado.

Oasis de Tinerhir (Marruecos)

Oasis de Tinerhir, en Marruecos. Foto: danydeseure

Las conclusiones de los investigadores ponen de relieve el riesgo que el cambio climático y los factores antropogénicos suponen para estos santuarios húmedos y pueden servir de base para la gestión de los recursos hídricos y el desarrollo sostenible en las regiones áridas.

El nacimiento y muerte de un oasis.

Los oasis son importantes fuentes de agua para los seres humanos, las plantas y los animales de las zonas áridas del planeta, y sustentan la mayor parte de la productividad y la vida en los desiertos. Estos vergeles pueden variar considerablemente en tamaño, desde pequeñas manchas de vegetación hasta áreas que pueden sostener comunidades enteras con agricultura. Son especialmente cruciales en zonas áridas y semiáridas, donde constituyen puntos vitales para el comercio y la comunicación, ya que tradicionalmente han servido como paradas de descanso y reabastecimiento en las rutas de caravanas

Los oasis se forman cuando las aguas subterráneas fluyen y se asientan en zonas bajas, o cuando el agua de deshielo superficial fluye ladera abajo desde cordilleras y lagunas adyacentes.

La existencia de un oasis depende principalmente de tener una fuente fiable de agua que no sea la lluvia. En la actualidad, hay oasis en 37 países; el 77% de ellos se encuentran en Asia y el 13%, en Australia.

Cómo responden a las variaciones del clima, los recursos hídricos y las actividades humanas.

Gui y sus colegas querían comprender la distribución global y los cambios dinámicos de los oasis y ver cómo responden a un entorno cambiante, como son las variaciones del clima, los recursos hídricos y las actividades humanas. Utilizando datos del proyecto Land Cover de la Agencia Espacial Europea, el equipo clasificó la superficie terrestre en siete categorías: bosques, praderas, arbustos, tierras de cultivo, agua, zonas urbanas y desiertos.

El oasis de Kufra (libia).

El oasis de Kufra, en Libia, visto desde el espacio. Crédito: ESA

Los investigadores utilizaron datos de satélite para buscar zonas verdes con vegetación dentro de zonas áridas, lo que indicaba la existencia de un oasis, y realizaron un seguimiento de los cambios a lo largo de veinticinco años. Los cambios en el verdor de la vegetación indicaban cambios en el uso del suelo y en la salud de los oasis, en la que pueden influir tanto la actividad humana como el cambio climático. También observaron los cambios en el tipo de superficie terrestre para detectar conversiones de uso del suelo.

Bombeo de aguas subterráneas.

Los investigadores encontraron que el área global de oasis aumentó en 220.800 km2 durante el citado período. La mayor parte de ese aumento se debió a que los humanos convirtieron intencionalmente tierras desérticas en oasis utilizando agua de escorrentía y bombeo de aguas subterráneas. El fin no era otro que crear pastizales y tierras de cultivo.

El incremento se concentró en China, donde los esfuerzos de gestión han contribuido con más del 60% del crecimiento, según Gui. “Por ejemplo, más del 95% de la población de la región rutónoma Uygur, de Xinjiang (China) vive dentro de un oasis, lo que motiva la conservación y una expansión de 16.700 km2”, dice Gui.

En contra de los esfuerzos humanos por ampliar los oasis, la desertificación contribuyó a su pérdida. En todo el mundo, los investigadores encontraron que hubo una pérdida de más de 134.000 km2 de tierra de oasis en el último cuarto de siglo. Los investigadores estiman que los cambios en los oasis han afectado directamente a unos 34 millones de personas en todo el mundo.

En general, entre ganancias y pérdidas, los oasis tuvieron un crecimiento neto de 86.500 kilómetros cuadrados (33.397 millas cuadradas) entre 1995 y 2020, pero la mayoría de las ganancias se debieron a la expansión artificial de los oasis, que puede no ser sostenible en el futuro.

El oasis de Fayún, en Egipto, es conocido por su forma de corazón.

El oasis de Fayún, conocido por su forma de corazón. Esta zona de Egipto ha sustentado la vida humana durante más de 8.000 años. Imagen: NASA

El estudio destaca las formas de mantener oasis en un estado saludable, e incluye sugerencias para mejorar la gestión de los recursos hídricos, promover el uso y el manejo sostenibles de la tierra, y fomentar la conservación y el uso eficiente del agua. Según Gui, estos esfuerzos son especialmente importantes a medida que el clima sigue cambiando.

La sobreexplotación humana de las menguantes aguas subterráneas puede limitar la sostenibilidad de los oasis, así como la pérdida de glaciares a largo plazo. Aunque el aumento de las temperaturas incrementa el deshielo de estos ríos de hielo, lo que aumenta temporalmente el suministro de agua de los oasis, "a medida que los glaciares desaparecen gradualmente, el rendimiento del agua de deshielo acabará por menguar, lo que llevará de nuevo a la reducción de los oasis", afirma Gui.

La cooperación internacional desempeña un papel crucial en la sostenibilidad de los oasis, según Gui.

"Debido al singular mecanismo de formación de los oasis, una cuenca fluvial suele albergar múltiples oasis en varios países, lo que hace que la cooperación transfronteriza sea clave para hacer frente a la escasez de agua y promover el desarrollo sostenible", concluye este geocientífico.

  • Información facilitada por AGU -Adaptación: Enrique Coperías / Rexmolón Producciones

  • Fuente: Bochao Cui, Dongwei Gui, Qi Liu, Sameh Kotb Abd-Elmabod, Yunfei Liu and Binbin Lu. Distribution and Growth Drivers of Oases at a Global Scale. Earth's Future (2024). DOI: https://doi.org/10.1029/2023EF004086

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