Localizada la red cerebral responsable de la tartamudez

Un grupo de investigación internacional ha localizado en el cerebro el probable origen de la tartamudez.

Por la Universidad de Turku

La tartamudez, también conocida como disfemia, es un trastorno del ritmo del habla caracterizado por repeticiones, prolongaciones o pausas involuntarias que impiden la producción típica del habla. Demóstenes, Winston Churchill, Jorge VI, Tiberio Claudio, Charles Darwin, Marc Anthony, Marilyn Monroe, Bruce Willis, Julia Roberts, Samuel L. Jackson o Joe Biden son algunos de los personajes famosos que la han padecido.

Aproximadamente entre el 5% y el 10% de los niños pequeños tartamudean, y se calcula que el 1% sigue tartamudeando en la edad adulta. Una tartamudez grave puede tener un profundo impacto negativo en la vida de la persona afectada.

“Antes se consideraba que la tartamudez era un trastorno psicológico. Sin embargo, con nuevas investigaciones, ahora se entiende que es un trastorno cerebral relacionado con la regulación de la producción del habla", afirma el catedrático de Neurología Juho Joutsa, de la Universidad de Turku, en Finlandia.

La tartamudez también puede adquirirse como consecuencia de ciertas enfermedades neurológicas, como el párkinson o un ictus. Sin embargo, los mecanismos neurobiológicos de la disfemia aún no se conocen del todo, y sigue sin saberse con certeza dónde se origina en el cerebro.

Los resultados de los estudios de imágenes cerebrales son en parte contradictorios, y resulta difícil determinar qué cambios son la causa fundamental de la tartamudez y cuáles son meros fenómenos asociados.

La tartamudez se localiza en la misma red cerebral independientemente de su causa.

Investigadores de Finlandia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canadá desarrollaron un nuevo diseño de investigación que podría aportar una solución a este problema. El estudio incluyó a individuos que habían sufrido un ictus, algunos de los cuales desarrollaron tartamudez inmediatamente después del mismo.

Los científicos descubrieron que, aunque los ictus estaban localizados en distintas partes del cerebro, todos se localizaban en la misma red cerebral, a diferencia de los que no provocaban tartamudez.

Además de las personas que habían padecido un derrame cerebral, los investigadores utilizaron imágenes por resonancia magnética (IRM) para escanear los cerebros de veinte individuos con tartamudez evolutiva. En estas personas, la tartamudez estaba asociada a cambios estructurales en los nodos de la red cerebral identificados originalmente en relación con las lesiones causales del ictus: cuanto mayores eran los cambios, más grave era la tartamudez.

Este hallazgo sugiere que la tartamudez está causada por una red cerebral común, independientemente de la etiología, esto es, del desarrollo o neurológica.

El putamen, la amígdala y el claustrum están implicados en su desarrollo.

Los nodos clave de la red identificados por los investigadores fueron el putamen, la amígdala y el claustrum, situados en las profundidades del cerebro, y las conexiones entre ellos.

“Estos hallazgos explican características bien conocidas de la tartamudez, como las dificultades motoras en la producción del habla y la significativa variabilidad en la gravedad de la tartamudez según los estados emocionales— explica Joutsa. Y añade—: Como núcleos principales del cerebro, el putamen regula la función motora y la amígdala regula las emociones. El claustro, a su vez, actúa como nodo de varias redes cerebrales y transmite información entre ellas".

Los resultados del estudio aportan una visión única de la base neurobiológica de la tartamudez. Localizar la tartamudez en el cerebro abre nuevas posibilidades de tratamiento médico. Los investigadores esperan que en el futuro la tartamudez pueda tratarse eficazmente, por ejemplo, con estimulación cerebral dirigida específicamente a la red neuronal ahora identificada.

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