Las ballenas grises son más pequeñas debido al cambio climático
Las ballenas grises de la costa del Pacífico se han vuelto un 13 % más cortas en las últimas décadas, según un nuevo estudio. Entre las causas de este acortamiento podría estar el calentamiento global, que afectaría a la disponibilidad de alimento.
Por Molly Rosbach
En la actualidad, las ballenas grises adultas son 1,6 m más cotas que las de hace dos o tres décadas. Cortesía: OSU Marine Mammal Institute
Las ballenas grises (Eschrichtius robustus) que pasan los veranos alimentándose en las aguas poco profundas de la costa noroccidental del ocáno Pacífico han sufrido una importante disminución de la longitud de su cuerpo desde aproximadamente el año 2000, según un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Oregón (OSU), en Estados Unidos.
El menor tamaño podría tener importantes consecuencias para la salud y el éxito reproductor de las ballenas afectadas, y también hace saltar las alarmas sobre el estado de la red trófica en la que coexisten, afirman los investigadores.
La ballena gris es una especie de cetáceo que pertenece a la familia Eschrichtiidae. Es conocida por sus largas migraciones, una de las más extensas entre los mamíferos, que realiza anualmente entre las aguas de alimentación en las frías regiones del océano Ártico y las áreas de cría en las cálidas aguas de la península de Baja California, en México.
Las ballenas se consideran centinelas del ecosistema
La ballena gris tiene un cuerpo robusto y una cabeza cubierta de numerosas protuberancias, conocidas como callosidades, que son colonizadas por pequeños organismos marinos. El color de su cuerpo es generalmente gris oscuro, salpicado de manchas blancas causadas por parásitos y cicatrices. Estas ballenas no tienen una aleta dorsal, sino una serie de protuberancias a lo largo de su dorso cerca de la cola. Adultos típicamente miden entre 13 y 15 metros de longitud y pueden pesar hasta 30 toneladas. Pero los biólogos se han topado con una tendencia preocupante: estos cetáceos son cada vez son más pequeños
"Esto podría ser una señal de alerta precoz de que la abundancia de esta población de cetáceos está empezando a disminuir, o que no es saludable —dice K. C. Bierlich, coautor del estudio y profesor en el Instituto de Mamíferos Marinos de la OSU en Newport. Y añade—: Las ballenas se consideran centinelas del ecosistema, por lo que si la población de ballenas no va bien, eso podría decir mucho sobre el propio medio ambiente".
El estudio, publicado en la revista Global Change Biology, centró el foco en el grupo de alimentación de la costa del Pacífico (PCFG), un pequeño subconjunto de unas doscientas ballenas grises dentro de la población más amplia del Pacífico Nororiental (ENP), que alcanza los 14.500 ejemplares. Este subgrupo permanece más cerca de la costa de Oregón, alimentándose en aguas menos profundas y más cálidas que los mares árticos, donde el grueso de la población de ballenas grises pasa la mayor parte del año.
Esquema que muestra la disminución de longitud entre una ballena gris de la costa del Pacífico adulta nacida antes del año 2000 y una ballena gris de la misma área nacida en 2020. Cortesía: K. C. Bierlich / OSU Marine Mammal Institute
Estudios recientes de la OSU han demostrado que las ballenas de este subgrupo son más pequeñas, y que en general tienen una peor condición corporal que los ejemplares de la población del Pacífico Nororiental. El estudio actual revela que se han ido haciendo cada vez más pequeñas en las últimas décadas.
Los zoólogos del Laboratorio de Ecología Geoespacial de la Megafauna Marina (GEMM), en el Instituto de Mamíferos Marinos, han estado estudiando este subgrupo de ballenas grises desde 2016; para ello incluso han recurrido al vuelo de drones sobre las ballenas para medir su tamaño.
1,65 metros más cortas
Utilizando imágenes de entre los años 2016 y 2022 de 130 ballenas con edades conocidas o estimadas, los investigadores estimaron que la longitud de una ballena gris adulta nacida en 2020 alcanzaba por término medio una longitud corporal 1,65 metros menor que un ejemplar nacido antes de 2000. En el caso de las ballenas grises del PCFG, que alcanzan una longitud de 11,5-12,5 metros en la madurez, lo que supone una pérdida de más del 13% de su longitud total.
Si la misma tendencia ocurriera en los seres humanos, sería como si la altura de la mujer estadounidense promedio se redujera de 1,6 m a 1,5 m en el transcurso de veinte años.
"En general, el tamaño es crítico para los animales — afirma Enrico Pirotta, autor principal del estudio e investigador de la Universidad de St. Andrews en Escocia. Y añade —: Afecta asu comportamiento, su fisiología, y su historia vital, y tiene efectos en cascada para los animales y para la comunidad de la que forman parte".
Retos y peligros para las ballenas tras el destete
Las crías de ballena que son más pequeñas en la edad de destete pueden ser incapaces de hacer frente a la incertidumbre que conlleva independizarse de sus padres, lo que puede afectar a las tasas de supervivencia, según Pirotta.
Para las ballenas grises adultas, una de las mayores preocupaciones es el éxito reproductivo.
"Dado que son más pequeñas, hay preguntas sobre la eficacia con la que estas ballenas grises PCFG pueden almacenar y asignar energía para crecer y mantener su salud. Y lo que es más importante, ¿son capaces de dedicar suficiente energía a la reproducción y mantener el crecimiento de la población?", se pregunta Bierlich.
Dos ballenas grises de la costa del Pacífico, fotografiadas desde un dron. Cortesía: OSU Marine Mammal Institute
Las cicatrices en las ballenas PCFG por las colisiones con barcos y el enredo con los aparejos de pesca también preocupan a los investigadores. Un tamaño corporal más pequeño con reservas de energía más bajas pueda hacer que las ballenas sean menos resistentes a las lesiones.
El estudio también examinó los patrones del medioambiente oceánico que probablemente regulan la disponibilidad de alimentos para estas ballenas grises frente a la costa del Pacífico mediante el seguimiento de los ciclos de afloramiento y relajación en el océano. El afloramiento arrastra los nutrientes de las regiones más profundas a las menos profundas, mientras que los períodos de relajación permiten que esos nutrientes permanezcan en áreas menos profundas donde la luz permite el crecimiento del plancton y otros organismos diminutos, incluidas las presas de las que alimentan las ballenas grises.
"Sin un equilibrio entre el afloramiento y la relajación, el ecosistema puede no ser capaz de producir suficientes presas para mantener el gran tamaño de estas ballenas grises", dice el coautor Leigh Torres, profesor y director del Laboratorio GEMM en la la Universidad Estatal de Oregón.
En palabras de Pirotta, los datos muestran que el tamaño de las ballenas disminuyó simultáneamente con los cambios en el equilibrio entre el afloramiento y la relajación.
El papel de los cambios en los patrones de viento y la temperatura del agua
"No hemos analizado específicamente cómo afecta el cambio climático a estas pautas, pero en general sabemos que el cambio climático afecta a la oceanografía del Pacífico nororiental a través de cambios en las pautas del viento y la temperatura del agua —dice Pirotta. Y continúa—: Y estos factores y otros afectan a la dinámica del afloramiento y la relajación en la zona".
Ahora que saben que el tamaño corporal de las ballenas grises PCFG está disminuyendo, los investigadores dicen que tienen muchas preguntas nuevas sobre las consecuencias posteriores de esa disminución y los factores que podrían estar contribuyendo a ella.
"Nos dirigimos a nuestra novena temporada de campo estudiando este subgrupo de PCFG —comenta Bierlich. Y concluye—: Este es un poderoso conjunto de datos que nos permite detectar alteraciones en la condición corporal cada año, por lo que ahora estamos examinando los impulsores ambientales de esos cambios. ◾️
Información facilitada por la Universidad Estatal de Oregón -Adaptación: Enrique Coperías / RexMolón Producciones
Fuente: Enrico Pirotta, K. C. Bierlich et al. Modeling individual growth reveals decreasing gray whale body length and correlations with ocean climate indices at multiple scales. Global Change Biology (2024). DOI: https://doi.org/10.1111/gcb.17366
