La Tierra se dirige hacia un calentamiento de entre 1,9 ºC y 3,7 °C para 2100
A pesar de los avances en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, seguimos encaminados hacia un elevado calentamiento global, advierte un nuevo informe.
Enrique Coperías
Las políticas actuales en medioambiente de los Gobiernos d todo el mundo resultarán con toda probabilidad, si nada cambia, en un calentamiento global de entre 1,9 y 3,7 °C para 2100, con la posibilidad de un aumento aún mayor en el siglo XXII. «Cada año que emitimos CO2 a partir de 2100, las temperaturas globales aumentarán en un mayor grado», advierte Zeke Hausfather, científico del clima de Stripe, una empresa de software con sede en California que invierte en tecnología de eliminación de carbono.
Estas conclusiones inquietantes se basan en una revisión de estudios recientes llevada a cabo por Hausfather en la revista Dialogues on Climate Change que sugieren un calentamiento probable de entre 2,3 ºC y 3 °C para 2100, aunque las incertidumbres sobre las emisiones y las respuestas del sistema climático amplían el rango a 1,9 ºC y 3,7 °C.
Esto refleja un rango de probabilidad del 5% al 95%, lo que implica que existe una pequeña posibilidad de un calentamiento de hasta 4,4 °C con las políticas actuales.
El análisis de los escenarios actuales de políticas climáticas a lo largo del siglo XXI se ha vuelto un campo cada vez más robusto, con un consenso creciente entre los científicos de que el calentamiento global proyectado para 2100 será probablemente inferior a los 3 °C.
La posibilidad de los 4 ºC no se puede descartar
Este cambio en las proyecciones se debe a los avances en las tecnologías de energía limpia y las políticas climáticas implementadas, que han reducido la plausibilidad de los escenarios de altas emisiones. Sin embargo, la posibilidad de un calentamiento de 4 °C o más aún no puede ser completamente descartada, especialmente si los ciclos de retroalimentación del carbono y la sensibilidad climática se encuentran en los extremos más altos de las estimaciones actuales.
Una de las áreas más críticas del artículo de Hausfather es la discusión sobre cómo se definen los escenarios de política actual. La incertidumbre inherente a estos escenarios es considerable, ya que dependen de las proyecciones de las políticas en curso y las incertidumbres sobre el coste y la disponibilidad futura de diferentes recursos energéticos.
A pesar de estas incertidumbres, el artículo presenta una revisión de las proyecciones de calentamiento para 2100 al amparo de las políticas actuales, que sugieren un calentamiento medianamente estimado de 2,7 °C, con un rango de incertidumbre que se extiende desde los 1,9 °C hasta los 3,7 °C.
Dos escenarios con combustibles fósiles
Estas perspectivas, sin embargo, no son definitivas ni predicen un único futuro, sino que proporcionan un marco de referencia útil para evaluar los impactos climáticos y los efectos de políticas de mitigación adicionales.
Una de las razones por las cuales se ha reducido la plausibilidad de los escenarios de altas emisiones, como los asociados con los escenarios RCP8.5 y SSP5-8.5, es el reconocimiento generalizado de que estas trayectorias de emisiones no representan los resultados más probables en el contexto de políticas actuales y avances tecnológicos.
Recordemos que los RCP8.5 y SSP5-8.5 son escenarios de emisiones utilizados en estudios climáticos. El escenario RCP8.5 representa un futuro de altas emisiones sin políticas de mitigación significativas, lo que lleva a un gran aumento de las concentraciones de CO2. Por su parte, el escenario SSP5-8.5 combina una trayectoria socioeconómica de alto consumo energético (SSP5) con un nivel de emisiones elevado, similar al RCP8.5. Ambos escenarios proyectan un fuerte calentamiento global debido a la continua dependencia de los combustibles fósiles.
La desaceleración de las emisiones de CO2
Pues bien, según Hausfather, se ha observado que los escenarios de negocios como siempre presentados en informes anteriores, como los de 2009 y 2011, consideraban un futuro con un crecimiento significativo de las emisiones, particularmente impulsado por el uso continuo de combustibles fósiles.
Hoy en día, el panorama es significativamente diferente debido a la desaceleración del crecimiento de las emisiones de CO2 en la última década y a las proyecciones de que las emisiones se estabilicen o incluso disminuyan bajo las políticas actuales.
Las políticas actuales de mitigación, que incluyen compromisos nacionales de reducción de emisiones y la implementación de energías renovables, han logrado reducir las emisiones en comparación con las trayectorias más altas previamente consideradas.
El escenario de emisiones intermedio SSP2-4.5
No obstante, las proyecciones siguen sugiriendo que el mundo no alcanzará fácilmente los objetivos del Acuerdo de París, que buscan limitar el calentamiento global a menos de 2 °C, especialmente en los escenarios en los que las políticas no se fortalecen sustancialmente.
En términos de los escenarios de emisiones más probables bajo las políticas actuales, podemos leer en Dialogues on Climate Change que las estimaciones de emisiones futuras tienden a coincidir más o menos con el escenario de emisiones intermedio SSP2-4.5. Este combina un desarrollo socioeconómico moderado (SSP2) con un nivel de emisiones de gases de efecto invernadero moderado que refleja las políticas actuales de mitigación y las tendencias tecnológicas, como el avance en la adopción de energías limpias y la disminución de la dependencia de los combustibles fósiles.
A pesar de la convergencia de las proyecciones, Hausfather afrma que sigue existiendo un debate sobre si la reducción de las emisiones será suficiente para evitar los escenarios de alto calentamiento. Los avances en políticas climáticas y las inversiones en energías renovables están cambiando las perspectivas, pero las proyecciones de calentamiento siguen siendo inciertas.
Una reducción más agresiva de las emisiones
Es más, incluso con el fortalecimiento de las políticas actuales, es probable que el calentamiento global aún pueda superar los 3 °C si las emisiones no se reducen de manera más agresiva o si ocurren retroalimentaciones climáticas inesperadas, como el deshielo del permafrost, que liberarían grandes cantidades de gases de efecto invernadero.
Un tema central del artículo es el análisis de la tendencia hacia una reducción de los escenarios de emisiones más altas. A lo largo de los últimos quince años, las predicciones de que los negocios como siempre podrían llevar al mundo a un aumento de 4 °C o más han sido gradualmente reemplazadas por escenarios de emisiones más moderadas.
Este cambio ha sido posible gracias a la caída de los costes de las energías limpias, la expansión de las políticas climáticas y el cambio en el enfoque hacia una mayor eficiencia energética y la electrificación del transporte.
Neutralidad de carbono para 2050
Sin embargo, incluso con estas mejoras, Hausfather subraya que aún existe una posibilidad considerable de que se puedan superar los 2 °C de calentamiento, si no se logran reducir las emisiones de manera más drástica. Esto se debe en parte a que las emisiones proyectadas bajo políticas actuales aún son demasiado altas para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.
Las políticas de neutralidad de carbono para 2050 y los compromisos nacionales de reducción de emisiones son pasos importantes, pero no suficientes por sí solos.
El artículo también discute las limitaciones inherentes a la proyección de futuros escenarios de emisiones, que deben tener en cuenta tanto las políticas actuales como las incertidumbres tecnológicas y sociales. A medida que el mundo se enfrenta a una serie de desafíos económicos, sociales y geopolíticos, la posibilidad de que algunos países reviertan sus compromisos climáticos o se concentren nuevamente en los combustibles fósiles es una preocupación creciente.
Inversiones en energías limpias vs. inversiones en combustibles fósiles
El análisis destaca, además, que el avance de las energías renovables y las políticas climáticas ha sido un factor crucial para reducir la probabilidad de los escenarios de emisiones más altas. Aunque algunos pronósticos indicaban que el mundo podría estar en camino hacia un futuro dominado por el carbón hasta la década de 2010, la situación actual es mucho más optimista.
Las inversiones en energías limpias están superando las inversiones en combustibles fósiles, y la previsión de que la demanda de carbón continuará disminuyendo durante el siglo XXI hace que los escenarios de altas emisiones sean cada vez más improbables.
No obstante, a pesar de estos avances, Hausfather subraya en su artículo que las políticas de mitigación actuales siguen siendo insuficientes para garantizar que el calentamiento global se limite a menos de 2 °C. De hecho, incluso los escenarios más ambiciosos de reducción de emisiones aún proyectan niveles de emisiones superiores a los de los escenarios que limitan el calentamiento a 1,5 °C.
Fortalecimiento de las políticas climáticas
Finalmente, la revisión de Hausfather concluye que, aunque el desplazamiento de los escenarios de altas emisiones es un paso positivo, es fundamental que el mundo continúe fortaleciendo sus políticas climáticas para evitar que las proyecciones de calentamiento superen los 3 °C.
Sin un cambio radical en la trayectoria de las emisiones, se corre el riesgo de que el mundo se vea abocado a un futuro mucho más cálido, con los impactos negativos asociados a un aumento de temperatura tan elevado, concluye en su análisis Hausfather.▪️
Fuente: Zeke Hausfather. An assessment of current policy scenarios over the 21st century and the reduced plausibility of high-emissions pathways. Dialogues on Climate Change (2025). DOI: https://doi.org/10.1177/29768659241304854