La gente confía en los científicos, pero más en unos que en otros
En general, la ciudadanía confía en los científicos, pero el nivel de confianza varía mucho según en la especialidad. Los politólogos y los economistas son los que salen peor parados, según un estudio que ha contemplado 45 especialidades científicas.
Por la Universidad de Ámsterdam
Comprender por qué algunas personas confían más en los científicos que otras es un factor clave para resolver los problemas sociales con la ciencia. Pero se sabía poco sobre los niveles de confianza en la diversa gama de campos y perspectivas científicas.
Al reconocer esta brecha, investigadores de la Universidad de Ámsterdam (Países Bajos) han investigado la confianza que tiene la población en los científicos que trabajan en 45 campos distintos de la ciencia. Y han descubierto que, en general, la gente confía en los científicos, pero el nivel de fiabilidad varía mucho según el campo en la disciplina en la que trabaja el científico. Por ejemplo, los politólogos y economistas los expertos de los que menos se fían.
Los científicos están en primera línea para afrontar algunos de los mayores retos del mundo, desde el cambio climático y la pérdida de biodiversidad hasta las pandemias y las desigualdades sociales. Ante estos problemas acuciantes, crece la expectativa de que los científicos participen activamente en la elaboración de las políticas que nos afectan a todos.
Aumenta la preocupación por el nivel de confianza de la gente en los científicos.
Al mismo tiempo, ha aumentado la preocupación por la confianza de la gente en los científicos, ya que no todo el mundo confía lo suficiente en ellos como para utilizar sus ideas con el fin de resolver cualquier desafío. Esta falta de confianza supone un importante obstáculo para la aplicación de soluciones científicas.
Hay que decir en este sentido que los españoles son los europeos que más confían en el poder de la ciencia para dar respuesta a todos los problemas del siglo XXI, según el estudio sobre Cultura científica en Europa realizado por la Fundación BBVA. Y son los médicos, los científicos en general y los ingenieros los grupos profesionales que suscitan los más altos niveles de confianza.
De agrónomos a zoólogos.
En su estudio, en el que participaron 2.780 personas de Estados Unidos, psicólogos sociales de la Universidad de Ámsterdam, dirigidos por el psicólogo social Vukašin Gligorić, arrojaron luz sobre los factores que determinan la confianza en 45 tipos diferentes de científicos, desde agrónomos hasta zoólogos. Según los autores del trabajo, ningún otro estudio ha investigado hasta ahora la confianza en un número tan elevado de científicos.
Se preguntó a los participantes cómo veían a los científicos en relación con los siguientes atributos:
Competencia: cómo de listos e inteligentes consideran a los científicos.
Asertividad: confianza y seguridad en sí mismos.
Moralidad: justicia y equidad
Calidez: simpatía y afecto
Los participantes también completaron una nueva tarea de concesión de influencia. Esta tarea planteaba a los participantes un problema complejo y les pedía que asignaran poder de decisión a distintas partes, como ciudadanos y amigos, de las cuales una parte incluía siempre a un grupo de científicos.
Cortesía: Universidad de Ámsterdam
Los niveles de confianza variaron considerablemente. Neurocientíficos y biólogos marinos, los mejor valorados
Gligorić y sus colegas descubrieron que, en general, la gente tendía a confiar en los científicos. Sin embargo, los niveles de confianza variaron considerablemente según el campo de estudio del científico. Por ejemplo, en una escala de 7 puntos, donde 7 es el de mayor confianza y 1 el de menor confianza, los politólogos y economistas obtuvieron una puntuación de 3,71 y 4,28, respectivamente, mientras que los neurocientíficos y los biólogos marinos disfrutaron de los niveles más altos de confianza, con puntuaciones de 5,53 y 5,54. respectivamente.
La gente confía mucho en los biólogos marinos. Cortesía: Universidad de Navarra
Competencia y moralidad.
Los autores también concluyen que hay dos factores principales que impulsan la confianza: las percepciones de competencia y la moralidad. Cuando la gente veía a los científicos como competentes y moralmente rectos, era más probable que confiaran en ellos y estuvieran dispuestos a dejar que los científicos tuvieran voz y voto en la solución de los problemas de la sociedad.
Curiosamente, la importancia de la moralidad en la configuración de la confianza varió según los diferentes campos científicos. La moralidad era más importante cuando se trataba de confiar en los científicos que trabajaban en temas controvertidos, como el cambio climático y cuestiones sociales, pero menos para otros científicos, como los geógrafos y los arqueólogos.
Hay que tener en cuenta la diversidad de campos científicos.
Los autores afirman que su estudio no solo es importante para comprender cómo se forja la confianza en los científicos, sino también para entender qué hace que la gente busque la aportación de los científicos en la elaboración de políticas.
“Este estudio es sólo el principio— afirma Gligorić. Y añade—: Las investigaciones futuras deberían explorar la generalizabilidad de estos resultados más allá del contexto estadounidense y profundizar en las relaciones causales entre la confianza y otras variables. No obstante, una cosa está clara: hay que tener en cuenta la diversidad de los campos científicos para trazar con mayor precisión el mapa de la confianza, lo cual es importante para entender cómo las soluciones científicas pueden llegar mejor a las políticas.”
Información facilitada por la Universidad de Ámsterdam -Adaptación: Enrique Coperías / Rexmolón Producciones
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