La evolución dispar de las aves y los murciélagos
Investigadores de Cornell han descubierto que, a diferencia de las aves, la evolución de las alas y las patas de los murciélagos está estrechamente ligada. Esta particularidad pudo haberles impedido ocupar tantos nichos ecológicos como las aves.
Por Enrique Coperías
Una nueva investigación de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, ha descubierto que, a diferencia de las aves, la evolución de las alas y las patas de los murciélagos está estrechamente interrelacionada, lo que podría haber limitado su capacidad para ocupar tantos nichos ecológicos como las aves.
«Inicialmente esperábamos confirmar que la evolución de los murciélagos es similar a la de las aves, y que sus alas y patas evolucionan de forma independiente. El hecho de que descubriéramos lo contrario nos sorprendió enormemente», afirma Andrew Orkney, investigador postdoctoral en el laboratorio de Brandon Hedrick, profesor de Ciencias Biomédicas en la Universidad de Cornell.
Ambos investigadores son coautores de la investigación publicada en la revista Nature Ecology and Evolution.
Dado que las patas y las alas desempeñan funciones distintas, los investigadores pensaban hasta ahora que el origen del vuelo en los vertebrados requería que las extremidades anteriores y posteriores evolucionaran de forma independiente, lo que les permitía adaptarse más fácilmente a sus distintas tareas.
La comparación entre murciélagos y aves permite poner a prueba esta idea, porque no comparten un antepasado volador común, y, por tanto, constituyen réplicas independientes para estudiar la evolución del vuelo.
Los investigadores observaron, tanto en murciélagos como en aves, que las formas de los huesos de las alas de una especie (cúbito, radio, húmero) o de las patas de una especie (fémur y tibia) están correlacionadas, lo que significa que los huesos de una misma extremidad evolucionan juntos.
Sin embargo, cuando se observa la correlación entre las patas y las alas, los resultados son diferentes: las especies de aves muestran poca o ninguna correlación, mientras que los murciélagos muestran un fuerte paralelismo.
Esto significa que, a diferencia de las aves, las extremidades anteriores y posteriores de los murciélagos no evolucionaron de forma independiente: cuando cambia la forma de las alas —aumentan o disminuyen, por ejemplo—, la forma de las patas cambia en la misma dirección.
«Sugerimos que la evolución conjunta de alas y patas limita la capacidad de los murciélagos para adaptarse a nuevas ecologías», afirma Hedrick.
Tras su descubrimiento, el equipo empezó a reexaminar más a fondo la evolución de los esqueletos de las aves.
«Aunque demostramos que la evolución de las alas y las patas de las aves es independiente, y parece que ésta es una explicación importante de su éxito evolutivo —dice Orkney—. Aún no sabemos por qué las aves son capaces de hacer esto ni cuándo empezó a ocurrir en su historia evolutiva». ▪️
Información facilitada por la Universidad de Cornell
Fuente: Orkney, A., Boerma, D. B. & Hedrick, B. P. Evolutionary integration of forelimb and hindlimb proportions within the bat wing membrane inhibits ecological adaptation. Nature Ecology & Evolution (2024). DOI: https://doi.org/10.1038/s41559-024-02572-9