Hallado un nuevo pterosaurio gigante del Jurásico

Un equipo de paleontólogos ha descubierto Oxfordshire (Reino Unido) el fósil de un gigantesco pterosaurio —un reptil volador— del Jurásico. Se estima que tenía una envergadura de más de tres metros, lo que lo convierte en uno de los pterosaurios más grandes jamás encontrados de esa época.

Por la Universidad de Portsmouth

Pterosaurio gigante hallado en  Oxfordshire.

Este podría ser el aspecto del pterosaurio gigante hallado en Oxfordshire. Ilustración: Hamzah Imran

Un equipo de paleontólogos ha descubierto el fósil de un gigantesco reptil volador del Jurásico con una envergadura estimada de más de tres metros, lo que lo convierte en uno de los mayores pterosaurios de esa época jamás encontrados.

Los pterosaurios fueron un grupo de reptiles voladores que vivieron durante la era Mesozoica, desde el período Triásico tardío hasta el final del Cretácico, aproximadamente hace entre 228 y 66 millones de años. Son conocidos por ser los primeros vertebrados en desarrollar la capacidad de volar activamente. Aunque no se sabe con certeza cómo volaban, se cree que utilizaban una combinación de aleteo y planeo.

Los pterosaurios tenían alas formadas por una membrana de piel y músculo que se extendía desde el costado del cuerpo hasta un dedo alargado de la mano. Sus huesos eran huecos y livianos, lo que les ayudaba a volar. En cuanto al tamaño, había pequeñas especies con envergaduras de un metro hasta gigantes como el Quetzalcoatlus, que superaba los 10 metros.

La dieta de los pterosaurios era diversa e incluía peces, pequeños vertebrados e invertebrados, y se sabe que algunos eran carroñeros, como el Istiodactylus.

El nuevo pterosaurio pertenece al grupo de los ctenocasmatoideo, que destacan por sus alas largas y delgadas, mandíbulas largas y dientes finos como cerdas.

El fósil del nuevo pterosaurio fue hallado en una gravera cerca de Abingdon-on-Thames (Oxfordshire), e incluye parte del hueso del ala, que estaba roto en tres trozos bien conservados, según cuentan los autores de la investigación, de las universidades de Portsmouth y Leicester, en la revista Proceedings of the Geologists’ Association.

Los restos fósiles fueron escaneados topográficamente y, al parecer, se corresponden con un ejemplar adulto de ctenocasmatoideo. Este es un grupo de pterosaurios pertenecientes al suborden de los pterodactilos. Este grupo destaca por sus alas largas y delgadas, mandíbulas largas y dientes finos como cerdas.

“Cuando se descubrió el hueso, nos percatamos de que su tamaño era ciertamente notable. Realizamos un análisis numérico y llegamos a una envergadura máxima de 3,75 metros. Aunque esto sería pequeño para un pterosaurio del Cretácico, ¡es absolutamente enorme para uno del Jurásico!— dice el profesor David Martill, de la Universidad de Portsmouth. Y añade—: Este fósil es también particularmente especial porque se trata de uno de los primeros registros de este tipo de pterosaurio del Jurásico en el Reino Unido”.

El hueso fragmentado en tres piezas del nuevo pterosaurio ctenocasmatoideo hallado en el Reino Unido.

Los pterosaurios de los periodos Triásico y Jurásico solían tener una envergadura de entre un 1,5 m y 2 m, por lo que generalmente eran más pequeños que sus parientes posteriores del Cretácico. Estos podían lacanzar una envergadura de hasta 10 metros. Sin embargo, el nuevo descubrimiento sugiere que algunos pterosaurios del Jurásico podían crecer mucho más de lo que esperaban los paleontólogos.

“Este espécimen es ahora uno de los mayores pterosaurios del Jurásico conocidos en todo el mundo, solo superado por un ejemplar de Suiza con una envergadura estimada de hasta cinco metros”, explica el profesor Martill.

El nuevo pterosaurio ha sido bautizado como Abfab.

El geólogo James Etienn descubrió los restos fósiles del pterosaurio de Abingdon mientras buscaba reptiles marinos fósiles en junio de 2022, cuando la Formación de Arcilla Kimmeridge, del Jurásico Tardío, quedó expuesta temporalmente en el terreno de una cantera. Esto reveló una serie de especímenes que incluían huesos de ictiosaurios y plesiosaurios y otras criaturas marinas antiguas, como ammonites y bivalvos, cocodrilos marinos y tiburones.

“Abfab, nuestro apodo para el pterosaurio de Abingdon, demuestra que los pterodactiloides, pterosaurios avanzados que dominaron por completo el Cretácico, alcanzaron tamaños espectacularmente grandes casi inmediatamente después de aparecer por primera vez en el Jurásico Medio, justo en la época en que los dinosaurios antepasados de las aves emprendían el vuelo”, concluye Dave Unwin, de la Universidad of Leicester.

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