Este es (posiblemente) el reptil marino más grande de todos los tiempos

Hallada en una playa de Inglaterra una mandíbula de casi 2 metros de largo que quizá pudo pertenecer a una nueva especie de ictiosaurio que superaba los 25 metros de longitud. Tan grande como una ballena azul, la nueva bestia prehistórica supone un récord en el mundo de los reptiles marinos.

Por la Universidad de Mánchester

Una pareja gigante de Ichthyotitan severnensis.

Una pareja gigante de Ichthyotitan severnensis nada en mar abierto. Crédito: Gabriel Ugueto.

Un paleontólogo de la Universidad de Mánchester (Reino Unido) ha identificado los restos fosilizados de una segunda mandíbula gigantesca que mide más de dos metros de largo.

Los expertos han identificado los huesos encontrados en una playa de Somerset como pertenecientes a las mandíbulas de una nueva especie de ictiosaurio, un tipo de reptil marino prehistórico. Las estimaciones sugieren que el titán oceánico habría superado los de 25 metros de largo.

Justin y Ruby Reynolds, padre e hija, de Braunton (Devon) encontraron las primeras piezas de la segunda mandíbula en mayo de 2020, mientras buscaban fósiles en la playa de Blue Anchor, en Somerset. Ruby, que entonces tenía once años, encontró el primer trozo de hueso gigante antes de ponerse a rastrear la presencia de más piezas que completaran el puzle.

Al darse cuenta de que habían descubierto algo significativo, Justin y Ruby se pusieron en contacto con el destacado experto en ictiosaurios Dean Lomax, paleontólogo de la Universidad de Mánchester. Lomax se puso en contacto con Paul de la Salle, un experimentado coleccionista de fósiles que había encontrado la primera mandíbula gigante en mayo de 2016 desperdigada por la costa de Lilstock.

"Me sorprendió el hallazgo. En 2018, mi equipo [al que pertenecía De la Salle] estudió y describió el maxilar gigante que encontró Paul, y confiábamos que algún día apareciera otro"—confiesa Lomax. Y añade—: Este nuevo espécimen es más completo y está mejor conservado. Podemos confirmar que contamos con dos de estos huesos gigantes, llamados surangulares, que tienen una forma y estructura únicas. Me emocioné mucho, por decir algo".

Parte del equipo de investigación que examinó en 2020 los hallazgos iniciales (en la parte posterior) del nuevo descubrimiento realizado por Ruby y Justin Reynolds. Posteriormente se descubrieron secciones adicionales del hueso. De izquierda a derecha, Dean Lomax, Ruby Reynolds, Justin Reynolds y Paul de la Salle. Crédito: Dean Lomax

Justin y Ruby, junto con Paul, Lomax y varios miembros de la familia, visitaron el sitio para buscar más piezas que completaran el sensacional descubrimiento. Con el tiempo, el equipo encontró piezas adicionales del mismo maxilar que encajaban perfectamente, como un rompecabezas que nos transporta millones de años en el tiempo.

Justin dijo: "Cuando Ruby y yo encontramos las primeras dos piezas estábamos muy emocionados ya que nos dimos cuenta de que esto era algo importante e inusual. Cuando encontré la parte trasera del maxilar, estaba emocionado porque esa es una de las partes definitorias del descubrimiento anterior de Paul".

La última pieza del hueso fue recuperada en octubre de 2022.

El equipo de investigación, liderado por Lomax, reveló que los huesos del maxilar pertenecen a una nueva especie de ictiosaurio gigante que habría tenido el tamaño de una ballena azul. Comparar los dos ejemplos del mismo hueso con las mismas características únicas de la misma zona geológica respalda sus identificaciones.

El equipo ha denominado al nuevo género y especie Ichthyotitan severnensis, que significa lagarto pez gigante del Severn.

Un cadáver de Ichthyotitan severnensis, varado en una playa.

Un cadáver de Ichthyotitan severnensis, varado en una playa. Crédito: Sergey Krasovskiy.

Los huesos tienen alrededor de 202 millones de años y datan de finales del período triásico, en una época conocida como Rética. Durante esta época, los gigantescos ictiosaurios nadaban en los mares mientras los dinosaurios caminaban por tierra firme.

Sin embargo, fue el capítulo final de los titanes, ya que la historia contada en las rocas sobre estos fósiles registra un cataclismo conocido como la extinción masiva del Pérmico-Triásico (PT), llamada también de manera informal la Gran Mortandad. Después de este suceso, los ictiosaurios gigantes de la familia conocida como Shastasauridae se extinguieron. Hoy en día, estos huesos representan los últimos legados de la estirpe de los shastasáuridos.

El ictiotitán no es el primer ictiosaurio gigante del mundo, pero los descubrimientos de De la Salles y Reynolds son únicos entre los conocidos por la ciencia. Estos dos huesos aparecen aproximadamente 13 millones de años después de sus parientes geológicos más recientes, incluido el Shonisaurus sikanniensis, hallado en la Columbia Británica (Canadá); y el Himalayasaurus tibetensis, del Tíbet (China).

Fotografía de la mandíbula gigante casi completa, junto con una comparación con el hueso de 2018 (centro e inferior) encontrado por Paul de la Salle. Crédito: Dean Lomax

“Me impresionó mucho que Ruby y Justin identificaran correctamente el hallazgo como otro maxilar enorme de un ictiosaurio. Reconocieron que coincidía con el que describimos en 2018. Les pregunté si les gustaría unirse a mi equipo para estudiar y describir este fósil, incluida la tarea de ponerle un un nombre. Aprovecharon la oportunidad— comenta Lomax. Y continúa: En especial Ruby, que es ahora una científica con una publicación científica que no solo encontró, sino que también ayudó a nombrar a un tipo de reptil prehistórico gigantesco. ¡Probablemente no hay muchos jóvenes de quince años que puedan decir eso! Quizás estemos ante una Mary Anning en ciernes."

“Fue genial descubrir parte de este gigantesco ictiosaurio. Estoy muy orgulloso de haber participado en un descubrimiento científico como este”, confiesa Ruby.

“Pensar que mi descubrimiento en 2016 despertaría tanto interés en estas enormes criaturas me llena de alegría.— dice De la Salle . Y añade—: Cuando encontré la primera mandíbula, supe que era algo especial. Tener una segunda que confirma nuestros hallazgos es increíble. Estoy muy feliz”.

Curiosamente, el ejemplar al que pertenecía la gigantesca mandíbula hallada por Ruby y Justin aún estaba en fase de crecimiento en el momento de su muerte, como ha podido constatar Marcello Perillo, de la Universidad de Bonn (Alemania) tras examinar las estructuras internas de los huesos fósiles.

"Pudimos confirmar el conjunto único de caracteres histológicos típicos de los maxilares inferiores de los ictiosaurios gigantes: el crecimiento periosteal anómalo de estos huesos sugiere estrategias de desarrollo óseo aún no comprendidas, ahora perdidas en el tiempo profundo, que probablemente permitieron a los ictiosaurios del Triásico tardío alcanzar los límites biológicos conocidos de los vertebrados en términos de tamaño— explica Perillo. Y concluye—: Todavía hay mucho misterio que envuelve a estos gigantes, pero un fósil a la vez, seremos capaces de desentrañar su secreto".

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