El virus de la covid-19 puede permanecer en el cuerpo durante más de un año después de la infección
El coronavirus SARS-CoV-2 puede persistir en la sangre y los tejidos de los pacientes durante más de catorce meses después de finalizar la fase aguda de la infección. Esta perseverancia podría dar pistas sobre la covid-19 persistente.
Por la Universidad de California en San Francisco
Científicos de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), en Estados Unidos, han hallado fragmentos del virus del SRAS-CoV-2, denominados antígenos de la covid, persistentes en la sangre hasta catorce meses después de la infección y durante más de dos años en muestras de tejido de personas que habían padecido la covid-19.
"Los dos estudios realizados aportan algunas de las pruebas más sólidas hasta la fecha de que los antígenos de la covid-19 pueden persistir en algunas personas, aunque pensemos que tienen respuestas inmunitarias normales", afirma el doctor Michael Peluso, investigador de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de la UCSF. Peluso ha dirigido el par de trabajos.
Los hallazgos han sido presentado en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI), que se celebró del 3 al 6 de marzo en Denver (Colorado).
Niebla mental, problemas digestivos y complicaciones cardiacas.
Al principio de la pandemia, se pensaba que la covid-19 era una enfermedad transitoria. Pero un número cada vez mayor de pacientes, incluso los que antes estaban sanos, siguieron mostrando síntomas de la infección, como dificultades para pensar y concentrarse, la llamada niebla mental, y problemas digestivos y cardiacos, durante meses o incluso años. Se estima que entre el 10% y el 20% de los afectados por covid-19 experimenta este tipo de efectos prolongados.
Los investigadores observaron muestras de sangre de 171 personas que habían sido infectadas por el virus de la covid-19, el SRAS-CoV-2. Utilizando una prueba ultrasensible para la proteína pico del virus, que ayuda a este a penetrar en las células humanas, los científicos descubrieron que el virus todavía estaba presente en algunos individuos incluso catorce meses después de superar la enfermedad.
Entre las personas que fueron hospitalizadas por la covid-19, la probabilidad de detectar los antígenos del virus era aproximadamente el doble que entre los que no lo fueron. También fue mayor para aquellos que informaron estar más enfermos, pero que no fueron hospitalizados.
"Como médico clínico, estas asociaciones me convencen de que tenemos algo entre manos, porque tiene sentido que alguien que haya estado más enfermo de covid-19 tenga más antígenos que puedan permanecer en el organismo", afirma Peluso.
El virus persiste hasta dos años en los tejidos.
Como se cree que el virus persiste en los reservorios tisulares, los científicos recurrieron al Banco de Tejidos de Covid Persistente de la UCSF, que contiene muestras donadas por pacientes con y sin covid-19 de larga duración.
Los investigadores detectaron porciones de ARN viral hasta dos años después de la infección, aunque no hubo evidencia de que la persona se hubiera reinfectado. Lo encontraron en el tejido conectivo donde se encuentran las células inmunitarias, lo que sugiere que los fragmentos virales estaban provocando el ataque del sistema inmunológico. En algunas de las muestras, los expertos encontraron que el virus podría estar activo.
Peluso comenta que se necesita más investigación para determinar si la persistencia de estos fragmentos provoca un covid-19 prolongado y riesgos asociados a ello, caso de los ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Pero, basándose en estos hallazgos, el equipo de Peluso participa en la UCSF en múltiples ensayos clínicos que prueban si los anticuerpos monoclonales o los medicamentos antivirales pueden eliminar el virus y mejorar la salud de las personas con covid-19 persistente.
"Hay mucho más trabajo por hacer, pero siento que estamos avanzando en la comprensión real de las consecuencias a largo plazo de esta infección", concluye Peluso.
Información facilitada por la UCSF