El hallazgo de dos esqueletos en Pompeya demuestra que la erupción del Vesubio pudo ser aún más mortífera debido a otra catástrofe natural
Científicos creen que los esqueletos de dos individuos que murieron atrapados en el interior de una casa por los terremotos durante la erupción del Vesubio en el año 79 podrían proporcionar una historia más completa de la destrucción de Pompeya.
Por Deborah Pirchner
La muerte de los habitantes de Pompeya durante la erupción del Vesubio en el año 79 se atribuye principalmente a causas volcánicas, como la caída de cenizas y gases calientes. Sin embargo, esto puede no ser del todo cierto.
En un estudio reciente, vulcanólogos, geólogos y antropólogos han unido esfuerzos para volver a centrar la atención en los efectos de los terremotos. Tras examinar dos esqueletos recién descubiertos, llegaron a la conclusión de que sus muertes debieron de deberse a desplomes de muros provocados por los seísmos que contribuyeron en gran medida a la destrucción de la antigua ciudad.
Hace casi 2.000 años, Plinio el Joven escribió unas cartas en las que describía cómo temblaba el suelo al entrar en erupción el Vesubio. Ahora, un estudio dirigido por investigadores del Istituto Nazionale di Geofisica e Vulcanologia (INGV) y el Parque Arqueológico de Pompeya, en Italia, ha arrojado luz sobre los efectos de la sismicidad asociada a la erupción del año 79.
El estudio es el primero que aborda la compleja tarea de informar sobre las consecuencias catastróficas de terremotos que ocurren de manera simultánea. Esta empresa es compleja, debido a la posibilidad de que los efectos volcánicos y sísmicos ocurran simultáneamente o en rápida sucesión, lo que significa que los efectos volcánicos pueden eclipsar los efectos causados por los terremotos, y viceversa.
"Estas complejidades son como un rompecabezas en el que todas las piezas deben encajar para desentrañar la imagen completa –dice Domenico Sparice, vulcanólogo del INGV-Osservatorio Vesuviano, en Itali, y primer autor del estudio que ha sido publicado en la revista Frontiers in Earth Science. Y añade—: Demostramos que la sismicidad durante la erupción jugó un papel importante en la destrucción de Pompeya, y, posiblemente influyó en las decisiones de los pompeyanos que se enfrentaban a una muerte inevitable".
Pistas de un derrumbe mortal
“Reconocer correctamente la relación causa-efecto es esencial para reconstruir la interacción entre los fenómenos volcánicos y sísmicos, y sus efectos sobre los edificios y los seres humanos”, explica el coautor del trabajo Fabrizio Galadini, geólogo e investigador principal del INGV.
Durante las excavaciones en la Casa dei Pittori al Lavoro, los investigadores observaron algo extraño en los edificios derrumbados. “Encontramos características peculiares que no concordaban con los efectos de los fenómenos volcánicos descritos en la literatura vulcanológica dedicada a Pompeya. Tenía que haber una explicación diferente», afirma otro de los coautores del trabajo, Mauro Di Vito, vulcanólogo y director del INGV-Osservatorio Vesuviano.
Cuando los investigadores encontraron dos esqueletos con graves fracturas y lesiones traumáticas, se sintieron aún más motivados para averiguar cómo murieron sus dueños.
La erupción sorprendió a los pompeyanos en medio de la vida cotidiana. Durante unas dieciocho horas, lapilli de piedra pómez —pequeñas partículas de roca y ceniza— cayeron sobre la ciudad, lo que provocó que la gente buscara refugio. Cuando la erupción se detuvo, los habitantes que habían sobrevivido pudieron haber pensado que estaban a salvo, hasta que comenzaron los fuertes terremotos.
"Las personas que no huyeron de sus refugios posiblemente se vieron abrumadas por los derrumbes inducidos por el terremoto de edificios ya sobrecargados. Este fue el destino de los dos individuos que recuperamos —sostiene la coautora Valeria Amoretti, antropóloga que dirige el Laboratorio de Investigación Aplicada del Parque Arqueológico de Pompeya.
Uno de los individuos trató de protegerse del derrumbe del edificio con un objeto redondo de madera
Los investigadores encontraron dos esqueletos masculinos, ambos pertenecientes a unos individuos de unos cincuenta años de edad. La posición del llamado el individuo 1 sugiere que fue aplastado repentinamente por el colapso de un gran fragmento de pared, lo que le produjo unos graves traumatismos que le causaron la muerte inmediata.
El individuo 2, sin embargo, pudo haber sido consciente del peligro, y trató de protegerse con un objeto redondo de madera del que los investigadores encontraron pequeños fragmentos en los depósitos volcánicos.
Hay varios indicios de que estos individuos no murieron por inhalación de ceniza o calor extremo, como es el hecho de que se encontraban sobre el lapilli de piedra pómez, en lugar de debajo de él. Esto sugiere que ambos sobrevivieron a la primera fase de la erupción y que luego fueron arrollados por el colapso de las paredes durante el declive temporal de los fenómenos eruptivos y antes de la llegada de los flujos piroclásticos, señalaron los investigadores.
Los flujos pueden alcanzar velocidades de hasta varios cientos de kilómetros por hora y tienen temperaturas que superan los 1.000 ºC
Recordemos que un flujo piroclástico es un fenómeno natural extremadamente peligroso asociado a las erupciones volcánicas explosivas. Consiste en una mezcla de gases volcánicos, cenizas, rocas fragmentadas y fragmentos incandescentes que descienden a gran velocidad por las laderas de un volcán. Estos flujos pueden alcanzar velocidades de hasta varios cientos de kilómetros por hora y tienen temperaturas que superan los 1.000 ºC.
Los flujos piroclásticos son altamente destructivos y letales, ya que arrasan todo a su paso, e incinera todo en su trayectoria y generan nubes de ceniza ardiente que pueden expandirse a grandes distancias del volcán. Debido a su naturaleza explosiva y repentina, representan una de las mayores amenazas asociadas a las erupciones volcánicas para las comunidades cercanas a los volcanes activos.
Decisiones difíciles
Aunque no todo el mundo pudo ponerse a salvo temporalmente, el número de víctimas recuperadas en los depósitos de ceniza hace que la huida al exterior sea una hipótesis plausible, aunque desesperada, según los investigadores. No existen estimaciones fiables sobre cuántas personas murieron por causas relacionadas con el volcán o debido a los daños causados por los terremotos.
«Los nuevos conocimientos sobre la destrucción de Pompeya nos acercan mucho a la experiencia de las personas que vivieron aquí hace 2.000 años. Las decisiones que tomaron, así como la dinámica de los acontecimientos, que siguen siendo objeto de nuestra investigación, decidieron sobre la vida y la muerte en las últimas horas de existencia de la ciudad», concluye el coautor de la investigación Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico de Pompeya. ▪️
Información facilitada por Frontiers -Adaptación: Enrique Coperías / RexMolón Producciones
Fuente: Domenico Sparice, Valeria Amoretti, Fabrizio Galadini, Mauro A. Di Vito, Antonella Terracciano, Giuseppe Scarpati, Gabriel Zuchtriegel. A novel view of the destruction of Pompeii during the 79 CE eruption of Vesuvius (Italy): syn-eruptive earthquakes as an additional cause of building collapse and deaths. Frontiers in Earth Science (2024). DOI: https://doi.org/10.3389/feart.2024.1386960