El calentamiento de la superficie oceánica se acelera: cuatro veces más rápido que en los años 80

Los océanos del mundo se están calentando a un ritmo alarmante, cuatro veces más rápido que hace 45 años. Este acelerado cambio climático pone en peligro no solo la vida marina, sino también el futuro de nuestro clima global.

Por Enrique Coperías

Multitud de buceadores de todo el mundo se convierten en científicos ciudadanos y tomar medidas vitales de las temperaturas oceánicas, que están aumentando debido al cambio climático.

Multitud de buceadores de todo el mundo se convierten en científicos ciudadanos y tomar medidas vitales de las temperaturas oceánicas, que están aumentando debido al cambio climático. En la imagen, un submarinista muestra sus instrumentos de medición Cortesía: NFSD/SAMS

Un nuevo estudio ha revelado un hecho alarmante: el ritmo de calentamiento de la superficie oceánica se ha cuadruplicado en las últimas cuatro décadas. Esta aceleración está directamente vinculada al creciente desequilibrio energético de la Tierra, un fenómeno que está afectando gravemente a nuestro clima y cuya comprensión resulta esencial para la formulación de políticas efectivas contra el cambio climático.

Este estudio subraya la urgencia de actuar para mitigar el calentamiento global y reducir los efectos desastrosos que ya estamos observando en nuestros océanos.

A finales de los años ochenta, la temperatura media de los océanos aumentaba a un ritmo de 0,06 ºC por década. Sin embargo, en los últimos años, esa cifra ha aumentado considerablemente, hasta alcanzar los 0,27 ºC por década. Este cambio se ha producido principalmente debido a un desequilibrio energético en la Tierra, donde la energía que entra en el sistema terrestre (principalmente del Sol) supera la energía que se emite hacia el espacio.

Temperaturas récords del agua marina en 2023 y 2024

Este fenómeno se ha intensificado por el aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera, que provoca que más energía solar quede atrapada en la Tierra en lugar de ser reflejada al espacio, como ocurría anteriormente.

El trabajo, que acaba de ser publicado en Environmental Research Letters, ha puesto de manifiesto que este calentamiento acelerado es fundamental para explicar las temperaturas sin precedentes que los océanos alcanzaron en 2023 y principios de 2024. Estas temperaturas récord no solo fueron consecuencia de un fenómeno climático como El Niño, sino también de la aceleración del calentamiento oceánico debido al cambio climático.

Es importante entender que este fenómeno no es aislado: los océanos absorben el 90% del exceso de calor generado por el cambio climático, lo que los convierte en un indicador clave de la salud del planeta.

Las raíces del calentamiento acelerado

El profesor Chris Merchant, uno de los autores principales del estudio en la Universidad de Reading, en el Reino Unido, utilizó una metáfora interesante para explicar este proceso. Según el profesor Merchant, si imaginamos que los océanos son una bañera de agua, en la década de 1980 el grifo de agua caliente se abría lentamente, y aumentaba la temperatura del agua solo una fracción de grado cada década. Sin embargo, en la actualidad, el chorro de este mismo grifo está más abierto, y ha acelerado el de manera significativa el calentamiento de los océanos.

El factor detrás de esta aceleración es el desequilibrio energético de la Tierra. Desde 2010, este desajuste ha aumentado de forma considerable, principalmente debido a las mayores concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera. La acumulación de calor ha sido mucho mayor en los últimos años, y los océanos, que absorben una gran parte de esta energía, han comenzado a calentarse más rápido de lo que nunca habríamos anticipado.

Esta animación muestra la temperatura de la superficie del mar en el Océano Pacífico en falso color desde julio de 2001 hasta mediados de febrero de 2002

Esta animación muestra la temperatura de la superficie del mar en el Océano Pacífico en falso color desde julio de 2001 hasta mediados de febrero de 2002. Cortesía: NASA

El impacto de El Niño y la aceleración del calentamiento marino

Esta inestabilidad energética está siendo impulsado no solo por los gases de efecto invernadero, sino también por el fenómeno conocido como limpieza del aire. Las emisiones de aerosoles, que anteriormente reflejaban una parte significativa de la radiación solar, se han reducido de forma considerable debido a regulaciones más estrictas en los últimos años. Como resultado, más energía solar incide en la Tierra y se acumula en nuestros océanos. Este es un factor clave que contribuye a la aceleración del calentamiento.

Por su parte, el fenómeno de El Niño, un ciclo climático natural que provoca un calentamiento en la superficie del océano Pacífico, también jugó un papel importante en el aumento de las temperaturas oceánicas.

Sin embargo, al comparar el evento de El Niño de 2023-2024 con el de 2015-2016, los científicos encontraron que, a pesar de que el último fue más débil, el calentamiento de los océanos fue mucho más pronunciado. Este aumento de temperatura es, en gran medida, consecuencia de la aceleración del calentamiento oceánico en los últimos diez años, que está afectando a todos los océanos del planeta.

Un amplificador de fenómenos climáticos naturales

Según los investigadores, el 44% del calor adicional registrado durante el evento de 2023-2024 se puede atribuir a la rapidez con la que los océanos han estado absorbiendo calor debido al creciente desequilibrio energético. Si bien el evento de El Niño en 2023 fue más débil que el de 2015, la diferencia de temperatura entre ambos eventos se explica en gran medida por la aceleración del calentamiento de los océanos.

Este hallazgo es crucial, ya que nos ayuda a entender cómo el cambio climático puede amplificar fenómenos naturales como El Niño, haciendo que sus efectos sean mucho más extremos de lo que hemos visto en el pasado.

Este fenómeno de aceleración no se limita solo a las temperaturas de la superficie oceánica. Los mares almacenan calor en sus capas más profundas, y la rapidez con la que este calor se distribuye por todo el océano está cambiando. El calentamiento acelerado está afectando el transporte de calor a través de las diferentes capas oceánicas, lo que podría tener efectos a largo plazo en los patrones climáticos globales, como los vientos, las precipitaciones y las corrientes oceánicas.

Proyecciones alarmantes para el futuro cercano

Lo que más preocupa a los científicos es que este ritmo acelerado de calentamiento de los océanos no solo se mantendrá, sino que probablemente aumentará en los próximos veinte años. Esto se debe a que la cantidad de energía acumulada por la Tierra sigue creciendo, y los océanos no solo continúan absorbiendo esta energía, sino que lo hacen a una tasa mucho más rápida que antes.

En otras palabras, el calentamiento global podría ser aún más rápido en el futuro cercano de lo que se ha observado en las últimas cuatro décadas.

Los investigadores señalan que el calentamiento de los océanos durante los próximos veinte años podría superar el aumento observado en las últimas cuatro décadas, lo que generaría un cambio dramático en los patrones climáticos. Este aumento de temperatura en los océanos no solo afectaría el clima, sino que también tendría un impacto en la biodiversidad marina.

Los ecosistemas oceánicos, que ya están luchando para adaptarse a los cambios de temperatura, podrían verse gravemente afectados, con la posibilidad de extinción de especies marinas y la alteración de los patrones migratorios de muchas especies.

El calentamiento del agua marina podría afectar a las migraciones de numerosas especies, como la de las tortugas marinas. Foto de Jondave Libiran

Reducir las emisiones de carbono: la única salida

Además, el aumento de la temperatura del océano está contribuyendo al derretimiento de los glaciares y el aumento del nivel del mar. Los efectos del aumento del nivel del mar ya son evidentes en muchas regiones costeras, y se espera que estos efectos se intensifiquen en las próximas décadas.

Esto plantea una amenaza directa para millones de personas que viven en zonas costeras bajas, además de representar una amenaza para la infraestructura, la agricultura y las economías locales.

Los hallazgos de este estudio subrayan la urgente necesidad de reducir las emisiones globales de carbono. Si estas continúan sin control, el calentamiento acelerado de los océanos podría superar los umbrales que ya estamos empezando a sentir, con consecuencias catastróficas para el clima, los ecosistemas y las comunidades humanas.

Cerrar «el grifo de agua caliente» de forma gradual

La única forma de frenar este calentamiento acelerado es cerrando ese grifo caliente de forma gradual, es decir, reduciendo significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y tomando medidas para mitigar los efectos del cambio climático.

Los científicos coinciden en que, aunque la reducción de las emisiones no detendría inmediatamente el calentamiento global, sería un paso crucial para evitar los peores escenarios posibles. Esto incluye medidas como la transición a energías renovables, la mejora de la eficiencia energética y la reforestación, que pueden ayudar a reducir las concentraciones de CO2 en la atmósfera.

Además, las políticas que fomentan la reducción de la contaminación por aerosoles también son fundamentales, ya que su limitación ha contribuido al aumento de la energía absorbida por la Tierra.

Unas proyecciónes caducas

Lo que este estudio ha demostrado es que las proyecciones basadas en los datos de las últimas décadas ya no son una guía fiable para entender cómo se comportará el clima en los próximos veinte o treinta años.

Si no se toman medidas drásticas para reducir las emisiones de carbono, es probable que el calentamiento de los océanos en las próximas décadas sea mucho más rápido de lo que hemos experimentado hasta ahora.

Para ponerlo en perspectiva, los investigadores han creado tres posibles escenarios para el futuro del calentamiento de los océanos. En el escenario más pesimista, sin acciones significativas de mitigación, los océanos podrían calentarse al doble del ritmo que se ha observado en los últimos cuarenta años. Incluso en el escenario más optimista, donde se logran reducciones significativas en las emisiones, el calentamiento aún sería mucho más rápido que en el pasado reciente. ▪️

  • Información facilitada por la Universidad de Reading

  • Fuente: Christopher J Merchant et al. Quantifying the acceleration of multidecadal global sea surface warming driven by Earth's energy imbalance. Environmental Research Letters (2025). DOI: 10.1088/1748-9326/adaa8a

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