Dime cómo son tus células grasas y sabré cuál será tu peso en el futuro

Las personas con células grasas grandes tienden a perder peso con el tiempo, mientras que aquellas con células grasas pequeñas aumentan de peso, según un estudio sueco.

Por la European Association for the Study of Obesity (EASO)

El tamaño de las células grasas permite predecir cómo seremos en el futuro.

Una nueva investigación presentada en el Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO), que se celebró en Venecia (Italia) los días 12 y 15 de mayo, sugiere que es posible predecir si una persona va a ganar o peder peso en el futuro en función del tamaño de sus células grasas, también conocidas como adipocitos. Se trata de células especializadas en almacenar energía en forma de grasa, y se encuentran principalmente en el tejido adiposo.

Las células grasas desempeñan varias funciones importantes en el organismo: almacenan energía en forma de grasa (triglicéridos) y la liberan cuando el cuerpo necesita energía.; actúa como aislante térmico, y ayuda a mantener la temperatura corporal; y secretan varias hormonas y citocinas, como la leptina, que regula el apetito y el gasto energético, y la adiponectina, que tiene efectos antiinflamatorios y sensibiliza a la insulina.

El equilibrio adecuado de la función y cantidad de adipocitos es crucial para la salud.

También producen calor: los adipocitos marrones y beige pueden generar calor mediante la termogénesis, un proceso que es particularmente importante en la regulación de la temperatura en ambientes fríos.

El equilibrio adecuado de la función y cantidad de adipocitos es crucial para la salud. La obesidad, que se caracteriza por un exceso de adipocitos o un aumento en su tamaño, está asociada con una serie de problemas de salud, como la diabetes de tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.

Por otro lado, una falta de adipocitos puede llevar a condiciones como la lipodistrofia, donde el cuerpo no puede almacenar grasa adecuadamente, lo que también conlleva problemas metabólicos.

El trabajo sueco presentado en el último Congreso Europeo sobre Obesidad señala que los individuos con células grasas grandes tienden a perder peso con el tiempo, mientras que aquellos con células grasas pequeñas aumentan de peso.

Desde hace tiempo, la ciencia sabe qu el tamaño y la cantidad de células grasas en el organismo determinan la masa grasa: cuánta grasa corporal tiene una persona. Pero se desconoce su impacto sobre los cambios a largo plazo en el peso corporal.

Ilustración de adipocitos.

Ilustración de adipocitos generada con DALL-E.

Para intentar resolver este enigma, Peter Arner, profesor del Departamento de Medicina del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia); el doctor Daniel P. Andersson, del Departamento de Endocrinología del Hospital Universitario Karolinska de Huddinge (Estocolmo) y sus colegas midieron el volumen celular (FCV, el tamaño de la células grasas) y el número de adipocitos (FCN) en la grasa abdominal de 260 sujetos —el 30% de ellos eran hombres— con una edad promedio de 44 años y un índice de masa corporal (IMC) promedio de 32 kg/m².

Una media de 15 años años después, con un intervalo de 5 a 28 años, los científicos volvieron a verse con los participantes y se les midió el peso corporal (PC), el IMC y la grasa corporal total (GC). Se excluyeron del análisis las personas sometidas a cirugía bariátrica o que recibían fármacos contra la obesidad.

El volumen inicial y el número de células adiposas se relacionaron significativamente con los cambios en las tres medidas a lo largo del tiempo: el PC, el IMC y el GC.

El tamaño sí importa.

Tener un número elevado de células adiposas de gran tamaño se asoció con descensos en las tres medidas, mientras que tener pocas células adiposas, pero pequeñas, se correlacionó con aumentos en el peso, el IMC y la grasa corporal. Esto era así tanto si los individuos padecían obesidad como si no.

Los efectos del tamaño de las células grasas y el número de estas fueron aditivos, y juntos explicaron el 32%-35% de las variaciones en los cambios a lo largo del tiempo en el peso corporal, el IMC y la grasa corporal total.

Las asociaciones entre el volumen celular y los cambios en el peso corporal, el IMC y la grasa corporal total seguían siendo significativas cuando se tenían en cuenta la edad inicial, la actividad física, la duración del seguimiento y el sexo. En otras palabras, las células grandes estaban relacionadas con una futura pérdida de peso y las células pequeñas con un futuro aumento de peso.

Por qué el tamaño de las células adiposas de una persona parece predecir su peso futuro.

“Solo podemos especular sobre por qué el tamaño de las células adiposas de una persona parece predecir su peso futuro. El peso corporal disminuye cuando el gasto energético es superior a la ingesta y el cuerpo quema grasa para compensar— comenta Arner. Y añade— : Nuestros resultados sugieren que la pérdida de células adiposas grandes influye más en el peso que la de las pequeñas”.

“Es un poco como tener una habitación llena hasta arriba con pocos globos grandes o muchos pequeños. Es más fácil hacer espacio vacío en la habitación dejando salir el aire de los globos grandes que de los pequeños”, sostiene Arner.

En cuanto a por qué tener glóbulos pequeños puede facilitar el aumento de peso, el profesor Arner afirma lo siguiente: “A la inversa, es más fácil llenar la habitación si muchos globos pequeños aumentan un poco su volumen, en comparación con tener pocos globos grandes y llenarlos solo un poco de aire”.

No es fácil medir el tamaño de las células adiposas.

Los investigadores concluyen que el tamaño de las células grasas influye mucho en los cambios a largo plazo del peso corporal. Por tanto, medir este dato en una etapa temprana de la vida podría ser importante para controlar el peso más adelante.

“Podría ser de gran valor clínico disponer de información sobre el tamaño de las células adiposas antes de iniciar un programa de control de peso— comenta Arner. Y continúa: Si a las personas con células adiposas grandes les resulta más fácil perder peso, las que tienen células más pequeñas podrían recibir un apoyo adicional”.

“Desgraciadamente, en la actualidad no existe una forma sencilla de medir el tamaño de las células adiposas, pero estamos trabajando en ello y estamos a punto de encontrar una solución”, dice Arner.

Sin embargo, tener células adiposas pequeñas tiene sus ventajas. “Es bien sabido que las personas con células adiposas pequeñas tienen un perfil metabólico mejor que las personas del mismo peso pero con células adiposas grandes”, dice Arner.

“Esto significa que si una persona con células adiposas pequeñas aumenta de peso, el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes de tipo 2 y la hipertensión arterial puede no ser tan elevado como en el caso de las células adiposas grandes”, concluye este experto.

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