Descubiertas más de 100 nuevas regiones del ADN relacionadas con la presión arterial

Científicos encuentran marcadores genéticos que explican en parte las diferencias entre la presión arterial de dos personas elegidas al azar.

Por el National Human Genome Research Institute

Investigadores y colaboradores de los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses, los NIH, han descubierto más de cien nuevas regiones del genoma humano, también conocidas como loci genómicos, que parecen influir en la presión arterial de una persona. Los loci genómicos marcan una posición específica en un cromosoma donde reside un gen o un segmento de ADN. Estas posiciones son importantes porque representan ubicaciones físicas dentro del genoma donde ocurren eventos como mutaciones, recombinaciones genéticas o variaciones genéticas que son de gran interés para la medicina.

Los resultados del estudio también apuntan a varios loci específicos que pueden ser relevantes para el metabolismo del hierro y un tipo de receptor celular conocido como receptores adrenérgicos. Estos son proteínas localizadas en la membrana de las células que responden a la estimulación de las catecolaminas, como la adrenalina (epinefrina) y la noradrenalina (norepinefrina).

Publicado en la revista Nature Genetics, el nuevo trabajo es uno de los estudios genómicos de la presión arterial más grandes llevados a cabo hasta la fecha, e incluye datos de más de un millón de participantes. Tanto es así, que sienta las bases para que los investigadores comprendan mejor cómo se regula la presión arterial. Estos conocimientos podrían abrir el camino hacia nuevos objetivos farmacológicos en la lucha contra la hipertensión.

Hacia tratamientos personalizados para los hipertensos.

"Nuestro estudio ayuda a explicar de forma más amplia las diferencias entre la presión arterial de dos personas de lo que se sabía hasta ahora— afirma Jacob Keaton, científico de la Sección de Informática de la Salud de Precisión del Programa de Investigación Intramuros del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI) y primer autor del estudio. Y añade—: Nuestro estudio ha hallado localizaciones genómicas adicionales que, en conjunto, explican una parte mucho mayor de las diferencias genéticas en la presión arterial de las personas. Conocer el riesgo de que un individuo pueda a desarrollar hipertensión podría conducir a tratamientos persoalizados, que tienen más probabilidades de ser eficaces."

Se estima que en el mundo hay 1.280 millones de adultos de 30 a 79 años con hipertensión —una de las causas principales de muerte prematura en el mundo— y que la mayoría de ellos, en concreto, el 75%, vive en países de ingresos bajos y medios. según la OMS. Se habla de hipertensión cuando la presión de la sangre en nuestros vasos sanguíneos es demasiado alta (de 140/90 mmHg o más).

Para comprender la genética de la presión arterial, los investigadores combinaron cuatro grandes conjuntos de datos procedentes de estudios de asociación de todo el genoma de la presión arterial y la hipertensión. Tras analizar los datos, hallaron más de 2.000 loci genómicos relacionados con la presión arterial, incluidas 113 regiones nuevas.

Los niveles elevados de hierro podrían contribuir a la aparición de enfermedades cardiovasculares.

Entre los loci genómicos recién descubiertos, varios residen en genes que desempeñan un papel destacado en el metabolismo del hierro, lo que confirma informes anteriores según los cuales los niveles elevados de hierro acumulado pueden contribuir a las enfermedades cardiovasculares.

Un estudio dirigido por los NIH encuentra marcadores genéticos que explican hasta el 12% de las diferencias entre la presión arterial de dos personas

Un estudio dirigido por los NIH encuentra marcadores genéticos que explican hasta el 12% de las diferencias entre la presión arterial de dos personas. Imagen generada con DALL-E

Los investigadores también confirmaron la asociación entre variantes del gen ADRA1A y la presión arterial. Este gen dirige la síntesis de un tipo de receptor celular, el mencionado receptor adrenérgico, que hoy constituye un objetivo de los medicamentos para la presión arterial. Esto sugiere que otras variantes genómicas descubiertas en el estudio también podrían ser dianas terapéuticas para el control de la presión arterial.

"Este estudio muestra que estos grandes estudios de asociación de todo el genoma tienen relevancia clínica para encontrar nuevos objetivos farmacológicos y son necesarios para descubrir más dianas terapéuticas a medida que avanzamos", dice Keaton.

A partir de estos análisis, los investigadores pudieron calcular una puntuación de riesgo poligénico, que combina los efectos de todas las variantes genómicas para predecir la presión arterial y el riesgo de hipertensión. Estas puntuaciones de riesgo tienen en cuenta qué variantes genómicas confieren riesgo de hipertensión y revelan diferencias clínicamente significativas entre la presión arterial de las personas.

En España, el 42,6% de la población adulta es hipertensa.

Las puntuaciones de riesgo poligénico tienen potencial para servir de herramienta útil en la medicina de precisión, pero se necesitan datos genómicos más diversos para que puedan aplicarse ampliamente en la atención sanitaria rutinaria.

Aunque los datos recopilados procedían en su mayoría de personas de ascendencia europea (debido a la limitada disponibilidad de conjuntos de datos diversos cuando se inició el estudio), los investigadores descubrieron que las puntuaciones de riesgo poligénico también eran aplicables a personas de ascendencia africana, lo que se confirmó mediante el análisis de datos del Programa de Investigación All of Us de los NIH, un esfuerzo de este país para crear uno de los mayores recursos de datos biomédicos y acelerar la investigación para mejorar la salud humana.

Casi la mitad de los adultos en los Estados Unidos tienen presión arterial alta, conocida como hipertensión. En España, el 42,6% de la población adulta es hipertensa. La presión arterial alta a menudo es hereditaria, lo que significa que existe un componente genético para desarrollar la afección, además de las contribuciones ambientales, como una dieta rica en sal, la falta de ejercicio, el tabaquismo y el estrés.

Cuando la presión arterial es constantemente demasiado alta, puede dañar el corazón y los vasos sanguíneos de todo el cuerpo, lo que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, problemas renales, accidentes cerebrovasculares y otras afecciones.

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