Correr no ayuda a perder peso, pero sí previene ganar kilos

Científicos de Finlandia demuestran que correr ayuda a prevenir el aumento de peso o grasa corporal en quienes corren de manera habitual.

Por la Universidad de Jyväskylä

Un hombre corre en la ciudad. Correr no hace que bajemos de peso.

Imagen conceptual generada por LimeWire IA Studio.

Recientemente, algunos medios de comunicación han destacado en sus portadas que es un mito que correr ayude a perder peso o grasa corporal. Sin duda, existen pruebas científicas convincentes de que, tras una pérdida inicial de masa grasa, debido a un régimen de ejercicios, el cuerpo reduce su gasto energético total para conservar energía y, en última instancia, sus reservas de masa grasa.

Este ahorro energético constituye una póliza de seguros natural desarrollada por nuestros antepasados para evitar la inanición en épocas de escasez de alimentos. Sin embargo, un nuevo estudio ha demostrado que correr previene el aumento de la grasa corporal a largo plazo.

No te desanimes si, tras un comienzo prometedor, no consigues bajar de peso corriendo. Un trabajo reciente de la Universidad de Jyväskylä (Finlandia) ha demostrado que correr ayuda a prevenir el aumento de peso o de grasa en quienes corren de manera habitual. Sus autores esperan que el hallazgo ayude a mantener la motivación de quienes corran durante los próximos meses, una vez que las ganancias de peso rápidas hayan disminuido.

Correr mantiene a raya a los niveles de grasa corporal.

"Nuestros datos muestran claramente que el ejercicio de correr durante toda la vida, ya sea largas distancias o esprints repetidos de corta distancia, mantiene niveles de masa grasa más bajos que un estilo de vida físicamente activo típico y también más que participar en deportes de fuerza competitivos", afirma el Simon Walker, experto en Fisiología del Ejercicio de la Facultad de Ciencias del Deporte y la Salud.

Los velocistas y los atletas de resistencia de más edad que participaron en el estudio tenían mostraban menos masa grasa que los jóvenes atletas que realizaban ejercicios de fuerza , así como los controles físicamente activos.

"Desde luego, este resultado me motiva para seguir corriendo. Sin duda alguna, estaría contento con un porcentaje de grasa del 16%-18% cuando tenga entre 70 y 80 años", prosigue Walker.

El entrenamiento de fuerza de por vida es mejor para mantener la masa muscular.

El mismo estudio demostró que los individuos que participaban en un entrenamiento de resistencia a lo largo de toda la vida mantenían mejor la masa muscular que los que competían en deportes de esprint y carreras de larga distancia. Además, los entrenadores de fuerza de más edad tenían una cantidad de masa muscular similar a la de sus homólogos jóvenes.

EWalker sugiere que un enfoque de entrenamiento combinado puede ser más beneficioso para optimizar la composición corporal a lo largo de la vida: "En cuanto a la mejora de la composición corporal mediante el aumento de la masa muscular y el mantenimiento de una masa grasa que no afecte a la salud, parece recomendable un enfoque combinado. Sabemos que ambos tejidos, grasa y músculo, influyen de forma opuesta en la salud y el funcionamiento corporal en general. Por lo tanto, la mejor estrategia sería optimizar ambos.

Una mujer corre en un parque.

Imagen conceptual generada por LimeWire IA Studio.

Walker sugiere que de dos a tres sesiones de entrenamiento de fuerza y otras tantas de ejercicio de resistencia (es decir, de cuatro a seis sesiones por semana), en función de las preferencias, el estado de ánimo, la motivación o teniendo en cuenta la variación estacional, deberían conducir a los mismos tipos de resultados observados en los atletas del estudio.

"La clave está quizá en prevenir el aumento de la masa grasa o la pérdida de masa muscular en primer lugar y mantener el ejercicio a lo largo de toda la vida. Así pues, la práctica regular de ejercicio durante toda la vida ayuda a mantener una composición corporal saludable. No es ningún mito— comenta Walker. Y añade: — Aunque solo estudiamos a varones, no veo por qué nuestros resultados no serían aplicables también a las mujeres, sobre todo teniendo en cuenta los efectos de la menopausia y otros efectos relacionados con la edad".

  • Información facilitada por la Universidad de Jyväskylä

  • Fuente: Walker, S., von Bonsdorff, M., Cheng, S., Häkkinen, K., Bondarev, D., Heinonen, A., & Korhonen, M. T. Body composition in male lifelong trained strength, sprint and endurance athletes and healthy age-matched controls. Frontiers in Sports and Active Living (2023). DOI: https://doi.org/10.3389/fspor.2023.1295906

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