Descubren que la clave de la osteoporosis no está en el microbioma intestinal
Un estudio de Harvard desmonta una creencia popular: la pérdida ósea asociada a la edad ocurre independientemente del microbioma intestinal. El hallazgo abren nuevas puertas para tratar la osteoporosis.
Por Enrique Coperías
La osteoporosis representa una preocupación sanitaria de alcance global, especialmente en poblaciones de edad avanzada. Esta enfermedad, caracterizada por la pérdida de masa ósea y el deterioro de la microarquitectura de los huesos, incrementa significativamente el riesgo de fracturas. Por lo general, estas ocurren en la cadera, la columna y la muñeca.
Las fracturas de cadera se consideran la mayor carga para el sistema sanitario, ya que casi siempre requieren hospitalización, son fatales en un 20% de los casos y provocan discapacidad permanente en casi la mitad de los pacientes. Para 2050, la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que el número de fracturas de cadera aumente alrededor de tres o cuatro veces respecto de las 1.700.000 estimadas en 1990.
A pesar de los avances en tratamientos farmacológicos, como los agentes antirresortivos, como los estrógenos, bifosfonatos, calcio y calcitonina; y los osteoformadores —fármacos que aumentan la formación de nuevo tejido óseo a la vez que reducen la descomposición del hueso existente—, su efectividad se ve limitada por efectos secundarios, altos costes y problemas de acceso, lo que afecta a la adherencia terapéutica. Esta es el grado en que un paciente sigue las recomendaciones de su médico respecto a medicamentos, dietas o cambios en el estilo de vida.
Microbioma y pérdida ósea
Este contexto ha llevado a explorar intervenciones no farmacológicas, que incluyen, entre otras, el impacto potencial del microbioma intestinal en la salud ósea.
Sin embargo, un nuevo estudio liderado por Xiaomeng You, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, ha cuestionado la relevancia del microbioma en la pérdida ósea relacionada con la edad.
Mediante un riguroso diseño experimental con ratones CB6F1 libres de gérmenes y colonizados con microbiota —conjunto de microorganismos (bacterias, virus, hongos) que habitan, especialmente, en el intestino—, los investigadores observaron que la pérdida ósea asociada al envejecimiento ocurre de manera similar en ambos grupos. Esto desacredita la hipótesis de una influencia significativa del microbioma intestinal en este proceso.
El estudio, publicado en la revista Bone Research, reveló que tanto los ratones libres de gérmenes como los colonizados por estos mostraron una disminución comparable en el volumen óseo trabecular —la cantidad de hueso presente en la parte interna y porosa de los huesos, formada por una red de estructuras llamadas trabéculas, clave para la resistencia y soporte del esqueleto— y el grosor cortical —la medida del espesor de la capa externa y compacta del hueso, que proporciona rigidez y fuerza estructural— entre los tres y los veinticuatro meses de edad.
Evolución de las fases de la osteoporosis: el hueso sano (izquierda) se vuelve cada vez más poroso y frágil (derecha).
Desmontando un mito
Este patrón, independiente de la presencia de microbiota, subraya que el microbioma intestinal no es un factor clave en la pérdida ósea relacionada con la edad.
Adicionalmente, el análisis del microbioma intestinal mediante secuenciación genética mostró alteraciones funcionales y taxonómicas relacionadas con el envejecimiento. Por ejemplo, los ratones más viejos presentaron una mayor diversidad microbiana alfa, que mide la variedad y la abundancia de especies microbianas en el intestino, así como un aumento en la biosíntesis de proteínas y aminoácidos.
Estas funciones microbianas, aunque reflejan cambios metabólicos importantes, no tuvieron un impacto perceptible en la salud ósea.
La constatación del trasplante fecal
Otro aspecto destacado del nuevo trabajo fue el análisis de trasplantes fecales, un procedimiento en el que se introduce microbiota de un donante sano al intestino de un receptor para restaurar el equilibrio microbiano y tratar ciertas enfermedades.
Ratones libres de gérmenes sometidos a un trasplante fecal con microbiota de donantes jóvenes (3 meses) o viejos (24 meses) no mostraron diferencias significativas en sus fenotipos óseos, ni a corto ni a largo plazo. Esto refuerza la conclusión de que el microbioma intestinal no tiene un papel determinante en la pérdida ósea relacionada con la edad.
Estos resultados redirigen el enfoque hacia factores no microbianos, como los genéticos, hormonales y ambientales, que podrían ser determinantes en el deterioro óseo. «Este estudio desafía creencias profundamente arraigadas sobre el papel del microbioma en la pérdida ósea asociada al envejecimiento —dice You. Y añade—: Al enfocarnos en otros mecanismos, esperamos abrir nuevas vías para desarrollar terapias más eficaces contra la osteoporosis».
Una perspectiva renovada para abordar la osteoporosis
Además, los hallazgos plantean nuevas interrogantes sobre cómo otros sistemas biológicos podrían interactuar con la salud ósea. Por ejemplo, la biosíntesis de S-adenosil-L-metionina (SAMe), identificada como un proceso enriquecido en ratones mayores, podría ser relevante en el envejecimiento y la regulación epigenética, ofreciendo posibles vínculos entre el metabolismo microbiano y el balance de nutrientes en el huésped.
Este estudio también resalta las limitaciones inherentes al uso de modelos animales. Aunque el microbioma tiene roles bien establecidos en otros aspectos de la salud, su impacto en la salud ósea parece ser menos significativo de lo que se pensaba, al menos en el modelo murino CB6F1.
Además, las técnicas de trasplante fecal no garantizan la transferencia completa de todas las especies microbianas, lo que podría influir en los resultados.
En conclusión, este trabajo ofrece una perspectiva renovada para abordar la osteoporosis. Si bien el microbioma sigue siendo un campo de investigación relevante, los investigadores están llamados a ampliar su enfoque hacia otras vías biológicas para comprender y tratar de manera efectiva esta enfermedad.
Con estos hallazgos, se sientan las bases para nuevas estrategias terapéuticas que podrían transformar el manejo de la osteoporosis en poblaciones envejecidas. ▪️
Fuente: You, X., Yan, J., Herzog, J. et al. Bone loss with aging is independent of gut microbiome in mice. Bone Research (2024). DOI: https://doi.org/10.1038/s41413-024-00366-0