Alimentar a los lactantes con productos que contienen cacahuete les protege de sufrir alergia en la adolescencia

Dar de comer cacahuetes a los bebes de forma regular desde la infancia hasta los cinco años de edad reduce notablemente la tasa de alergia a este fruto seco en la adolescencia, según un nuevo estudio.

Por el King's College de Londres

Una madre ofrece cacahuetes a su bebé.

Incluir los cacahuetes en la alimentación de los niños pequeños puede alejar el fantasma de sufrir alergia a este fruto seco en la adolescencia. Imagen generada con DALL-E

Los resultados de un nuevo estudio británico sobre alergias alimentarias aportan pruebas concluyentes de que la introducción precoz del cacahuete en la dieta de los bebés logra prevenir a largo plazo la alergia a este alimento.

“Décadas de consejos para evitar los cacahuetes han hecho que los padres teman introducirlos a una edad temprana. Está demostrado que la introducción precoz del cacahuete en la infancia induce tolerancia a largo plazo y protege a los niños de la alergia hasta bien entrada la adolescencia— señala el investigador principal del estudio, el profesor Gideon Lack, del King's College de Londres (Reino Unido). Y añade—: Esta sencilla intervención marcará una diferencia notable para las generaciones futuras, y hará que las alergias al cacahuete caigan en picado”.

Las conclusiones del ensayo LEAP-Trio han sido publicadas en la revista NEJM Evidence por investigadores del King's College de Londres. La investigación fue patrocinada y cofinanciada por el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

Crece la alergia a los cacahuetes en los países occidentales.

La alergia a los cacahuetes está aumentando en los países occidentales. La prevalencia de esta alergia es de aproximadamente el 2% en niños pequeños de Norteamérica, el Reino Unido, Europa Occidental y Australia. En España, la alergia a los cacahuetes afecta a alrededor de 200.000 personas. Para algunos, incluso pequeñas cantidades de cacahuetes pueden provocar una reacción alérgica potencialmente mortal. Esto, unido a los consejos contradictorios, ha hecho que padres y cuidadores teman introducir los cacahuetes en la dieta.

Los nuevos resultados de la investigación proceden del estudio LEAP-Trio, basado en los resultados del ensayo clínico Learning Early About Peanut Allergy (LEAP). En el primer ensayo, se pidió a la mitad de los participantes que consumieran regularmente cacahuetes desde la infancia hasta los 5 años de edad, mientras que a la otra mitad se les pidió que evitaran los cacahuetes durante ese periodo de tiempo.

Los investigadores descubrieron que la introducción temprana del cacahuete reducía en un 81% el riesgo de alergia al cacahuete a los cinco años.

El consumo regular y precoz de cacahuetes reduce el riesgo de alergia al cacahuete en la adolescencia en un 71% en comparación con la eliminación precoz del cacahuete en la dieta.

Los investigadores hicieron un seguimiento de ambos grupos desde los seis años hasta los doce años o más. En ese periodo, los niños tenían la opción comer cacahuete en la cantidad y frecuencia que quisieran. Descubrieron que el 15,4% de los participantes del grupo que evitaba el cacahuete en la primera infancia y el 4,4% del grupo que lo consumía en la primera infancia tenían alergia al cacahuete a los doce años o más.

Estos resultados muestran que el consumo regular y precoz de cacahuetes reduce el riesgo de alergia a este fruto seco en la adolescencia en un 71% en comparación con la evitación precoz del cacahuete.

“Esta es una intervención segura y altamente efectiva que puede implementarse desde los 4 meses de edad. El lactante debe estar listo para empezar el destete y el maní debe introducirse como un puré suave o en forma de peanut puffs [un tipo de snack hecho de maíz inflado con sabor a maní”, dice el profesor George Du Toit, coinvestigador principal del King's College de Londres.

El consumo de cacahuetes en la en la infancia podría evitar más de 100.000 nuevos casos de alergia a este alimento cada año en todo el mundo.

Los investigadores también descubrieron que, aunque los participantes en el grupo de consumo de cacahuetes LEAP comían más cacahuetes durante la infancia que el resto de participantes en general, la frecuencia y la cantidad de cacahuete consumido variaba mucho en ambos grupos e incluía periodos en los que no se consumía este alimento. Esto demuestra que el efecto protector del consumo precoz de cacahuete perdura sin necesidad de consumir sistemáticamente productos hechos con esta legumbre durante toda la infancia y la primera etapa de la adolescencia.

En 2022, los hogares españoles consumieron aproximadamente 15,5 millones de kilogramos de cacahuetes. Foto: etheldith

El equipo del estudio LEAP-Trio evaluó a los adolescentes para detectar alergia al cacahuete principalmente a través de un desafío alimentario oral. Esto implicó dar a los participantes cantidades crecientes de cachuetes en un entorno cuidadosamente controlado para determinar si podían consumir de manera segura al menos 5 gramos, el equivalente a más de 20 cacahuetes.

El equipo del estudio también encuestó a los participantes sobre sus patrones recientes de consumo de cachuete, y verificó los autoinformes mediante mediciones de cacahuete en el polvo de las camas de los participantes, una técnica previamente validada por los investigadores del estudio LEAP.

El profesor Lack, jefe del Servicio de Alergia Infantil en el Guy's and St Thomas' NHS Foundation Trust, concluye con esta declaración: “El consumo de cacahuetes en la en la infancia podría evitar más de 100.000 nuevos casos de alergia a este alimento cada año en todo el mundo”.

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