Conversaciones en un escáner de resonancia magnética arrojan luz sobre la red lingüística del cerebro

Investigadores suecos han revelado nuevos conocimientos sobre cómo el cerebro procesa el habla y la escucha durante las conversaciones a través de investigaciones avanzadas que utilizan imágenes por resonancia magnética funcional (fMRI).

Por la Universidad de Estocolmo

Imagen conceptual de un hombre hablando en un equipo de resonancia magnética generada con DALL-E.

En un estudio innovador publicado en la prestigiosa revista Cerebral Cortex, los investigadores han logrado comparar la actividad cerebral de individuos mientras hablaban y escuchaban conversaciones naturales.

Las interacciones conversacionales son fundamentales en la experiencia humana cotidiana. Durante una conversación utilizamos el lenguaje, junto con habilidades sociales y cognitivas, para alternar con flexibilidad entre los papeles de hablante y oyente.

En la investigación sobre el lenguaje y el cerebro se debate desde hace tiempo hasta qué punto hablar y escuchar implican las mismas regiones cerebrales y, por extensión, los mismos procesos cognitivos. Hasta ahora, este debate solo se había abordado en experimentos controlados en los que las personas hablaban o escuchaban solas.

En un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Estocolmo y el KTH Royal Institute of Technology, en Suecia, se pretendía abordar este debate comparando cómo funciona el cerebro al hablar y al escuchar por primera vez durante una conversación.

Algunas regiones de la red lingüística se activan más al hablar y otras, más al escuchar.

Los investigadores utilizaron un conjunto de datos disponible públicamente en el que los participantes mantuvieron conversaciones naturales con un experimentador, mientras estaban dentro del dónut de un escáner de resonancia magnética funcional (fMRI). Durante las conversaciones, se midió la actividad cerebral de los participantes mediante imágenes por fMRI.

Los resultados indicaron que, aunque tanto hablar como escuchar dependen de las mismas regiones cerebrales en lo que a veces se denomina la red del lenguaje, había diferencias cruciales. Algunas regiones de la red lingüística se activaban más al hablar y otras, más al escuchar. Esto indica que los distintos procesos lingüísticos pueden tener una importancia diferente en ambas actividades.

Resonancia magnética en vivo de la lengua humana mientras se habla.

El estudio también muestra que las regiones típicamente asociadas con el procesamiento social estaban más involucradas en hablar que en escuchar. Una posible interpretación de este hallazgo es que hablar puede imponer mayores exigencias a los procesos relacionados con pensar en las perspectivas de otras personas y recordar esta perspectiva mientras se planifica la propia expresión.

"En otros estudios hemos demostrado que esta capacidad se desarrolla durante la adolescencia", afirma Caroline Arvidsson, estudiante de doctorado del Departamento de Lingüística de la Universidad de Estocolmo.

Los resultados del estudio ponen de relieve las similitudes entre el habla y la escucha, pero también sus diferencias a la hora de optimizar el procesamiento de la información lingüística y social durante la conversación.

"Nos basamos en una investigación que puede conducir a una comprensión más profunda de diagnósticos como el autismo y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Actualmente estamos probando el desarrollo del cerebro para la conversación con adolescentes con TDAH", afirma Julia Uddén, profesora asociada del Departamento de Psicología de la Universidad de Estocolmo.

  • Información facilitada por la Universidad de Estocolmo

  • Fuente: Caroline Arvidsson, Ekaterina Torubarova, André Pereira, Julia Uddén. Conversational production and comprehension: fMRI-evidence reminiscent of but deviant from the classical Broca–Wernicke model. Cerebral Cortex (2024). DOI: https://doi.org/10.1093/cercor/bhae073

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