La agricultura del futuro: un estudio muestra el enorme potencial de la permacultura

La permacultura —una filosofía de vida sostenible que se basa en observar la naturaleza e imitar el funcionamiento de los ecosistemas— aporta una mejora significativa en la biodiversidad, la calidad del suelo y el almacenamiento de carbono. Además de ser una alternativa real al cultivo convencional, permite conciliar la protección del medioambiente y los altos rendimientos.

Por Kerstin Theilmann

La permacultura es una alterativa a los cultivos tradicionales, y aspira a conciliar el medioambiente con los altos rendimientos agrícolas y ganaderos.

La permacultura utiliza los ciclos naturales y los ecosistemas como modelo. Los alimentos se producen en un ecosistema agrícola lo más autorregulado, natural y diverso posible. Por ejemplo, la ganadería se integra en los cultivos o se fomenta la diversidad de organismos beneficiosos para evitar el uso de fertilizantes minerales o pesticidas.

Fue desarrollada por Bill Mollison y David Holmgren en la década de 1970 como una respuesta a la agricultura altamente dependiente de insumos no renovables, que a menudo dañaba los ecosistemas y producía menos de lo que consumía en términos energéticos.

La palabra permacultura es una combinación de permanente y agricultura ,y refleja la intención de crear sistemas sostenibles y autosuficientes que se integren armoniosamente con el entorno natural.

Los principios de la permacultura se aplican tanto en entornos rurales como urbanos e incluyen técnicas como el diseño basado en la observación —antes de intervenir en un terreno, los permaculturistas pasan tiempo observando el entorno para entender los procesos naturales y cómo pueden ser utilizados de manera efectiva—, la integración en lugar de la segregación —esto se refiere a poner cosas en un lugar donde puedan ayudarse mutuamente para realizar sus funciones— y el uso eficiente de la energía.

En un estudio reciente, publicado en la revista Communications Earth & Environment, investigadores de la RPTU University of Kaiserslautern-Landau y la BOKU University, ambas en Alemania, han investigado por primera vez de forma exhaustiva los efectos de este concepto de planificación y gestión del medioambiente.

"Aunque los proyectos de la permacultura se han extendido por todo el mundo desde los años setenta, la investigación científica al respecto ha sido sorprendentemente escasa— explica el científico medioambiental Julius Reiff, de la RPTU, sobre los antecedentes del estudio. Y añade—: Queríamos cerrar esta laguna e investigar si la permacultura tiene realmente en la práctica los efectos positivos repetidamente supuestos sobre el ecosistema agrícola".

Unos cerdos comen bellotas en un encinar.

Los suelos donde se aplica la permacultura son más ricos en humus y carbono. En la iImagen, generada con Copilot, unsoc cerdos se alimentan de bellotas en un encinar.

El equipo de investigación examinó un total de nueve granjas en Alemania y Luxemburgo. Los científicos analizaron varios indicadores de biodiversidad y calidad del suelo en las áreas de permacultura de estas granjas y en las áreas de referencia de la agricultura tradicional en las cercanías.

Para ello, se analizaron en laboratorio muestras de suelo de las parcelas con el fin de determinar su contenido en carbono orgánico, micronutrientes y macronutrientes, así como la actividad de los microorganismos del suelo. Se determinó la biodiversidad de lombrices, aves y plantas como medida de la biodiversidad.

Según el estudio, la calidad del suelo y la biodiversidad en las parcelas de permacultura fueron claramente más altas en comparación con las tierras agrícolas convencionales de los alrededores, así como en comparación con los valores de la literatura para la agricultura convencional.

El contenido de carbono y humus de los suelos de permacultura, como los de los pastizales

El contenido de carbono y humus de los suelos de permacultura era aproximadamente comparable a los valores de los pastizales en Alemania. Los pastizales se consideran una referencia importante, ya que suelen tener el mayor contenido de humus de las zonas agrícolas o forestales de este país.

Un alto contenido de humus en el suelo es importante para el almacenamiento de nutrientes y agua, un factor clave en tiempos de cambio climático, por ejemplo, para resistir periodos de sequía. Aunque no se utilizaron fertilizantes minerales en las zonas de permacultura, sus suelos tenían un mayor contenido en nutrientes. Esto también es beneficioso para la salud humana, según Reiff: "Los niveles más altos de nutrientes en el suelo sugieren que éstos también son más altos en los cultivos producidos".

Además de la calidad del suelo, la biodiversidad también se beneficia: los investigadores encontraron tres veces más especies de aves en las zonas de permacultura que en las zonas de referencia de la agricultura predominante en la región.

El triple de lombrices de tierra

También identificaron tres veces más lombrices de tierra, y una mayor biomasa de microorganismos del suelo, esenciales para la descomposición y conversión de nutrientes en el suelo. En comparación con la agricultura convencional, los investigadores encontraron el triple de especies vegetales en las zonas de permacultura. Se trata de un buen indicador de la biodiversidad general de un ecosistema y, al mismo tiempo, de la base alimentaria de importantes grupos de especies, como los polinizadores, caso de las abejas; o los antagonistas naturales de las plagas, caso de las mariquitas.

La permacultura es una forma sostenible de agricultura.

La permacultura es una forma sostenible de agricultura. La interacción de bancales elevados, estanques y arbustos en este ejemplo no solo proporciona alimentos, sino también muchos servicios ecosistémicos y un hábitat para animales y plantas. Foto: Thomas Baumann

También se crea una mayor diversidad de especies mediante el cultivo de cultivos mixtos, y, por lo general, también en combinación con plantas leñosas (agroforestería) en permacultura. Esta diversidad de plantas y estructuras es atractiva para una amplia variedad de grupos de animales. La ausencia de plaguicidas también es beneficiosa para la biodiversidad.

Según los investigadores, las mayores reservas de carbono en el suelo de las áreas de permacultura pueden explicarse, por un lado, por un mayor aporte de materia orgánica que contiene carbono y, por otro lado, por el efecto del acolchado. Esto se debe a que las áreas de permacultura se fertilizan casi exclusivamente con estiércol o compost; la labranza reducida y una capa de mantillo evitan, por ejemplo, que la capa superior del suelo sea erosionada por las fuertes lluvias. Esto significa que la pérdida de carbono del suelo es menor en las zonas de permacultura que en el cultivo convencional.

Las mejoras observadas podrían representar un verdadero cambio de rumbo

El equipo de investigación extrae una conclusión general prometedora: "La permacultura parece ser una alternativa ecológicamente mucho más sostenible que la agricultura industrial", asegura Julius Reiff. Al mismo tiempo, los rendimientos de la permacultura son comparables a los de la agricultura industrial, como demuestran los datos aún no publicados de los investigadores.

"A la vista de los retos que plantean el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, las mejoras observadas supondrían un auténtico vuelco si se aplicaran a superficies mayores", subraya el experto en análisis de ecosistemas Martin Entling, de la RPTU. El contenido de fósforo que el equipo encontró en los suelos de permacultura también es motivo de esperanza. "No esperaba cantidades tan altas de fósforo. Las plantas necesitan el fósforo del suelo para crecer. En la agricultura intensiva, el fósforo se aplica en abundancia y se está convirtiendo en un bien escaso y en un gran reto para la agricultura en todo el mundo. Otro complemento para la permacultura —afirma el geoecólogo Hermann Jungkunst, de la RPTU.

La permacultura favorece el control biológico de las plagas.

La permacultura favorece el control biológico de las plagas. Las mariquitas, por ejemplo, pueden controlar las plagas de pulgones. Imagen generada con Copilot

"No habría esperado que la permacultura fomentara tanto las lombrices y otros organismos del suelo. Dada la importancia de la vida del suelo para mitigar los extremos climáticos y para la salud y el rendimiento de los cultivos, los resultados son muy prometedores", admite el experto en suelos Johann Zaller, de la BOKU.

¿La permacultura como modelo a seguir? La política y el sistema educativo, en tela de juicio

Para que la permacultura se introduzca en la práctica agrícola a mayor escala, los investigadores recomiendan reestructurar los incentivos financieros, como impuestos y subvenciones, de modo que los métodos de agricultura sostenible tengan preferencia sobre los convencionales.

También hay que revisar el sistema educativo de los agricultores para que adquieran enfoques más sostenibles, como la permacultura, la agroecología y la agricultura regenerativa sin pesticidas. Además, los proyectos emblemáticos podrían servir de estudios de casos vivos para demostrar la eficacia de estos métodos de agricultura sostenible.

Los investigadores concluyen que la permacultura parece permitir conciliar la agricultura, la protección del medio ambiente y la conservación de la naturaleza. Se trata de un hallazgo muy esperanzador a la vista del dramático impacto medioambiental de la agricultura convencional. ▪️

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