Los linces criados en cautividad se adaptan igual que los silvestres

Un estudio internacional revela que los linces ibéricos criados en cautividad se establecen en sus nuevas poblaciones de forma similar a los nacidos en libertad. Este hecho refleja el éxito del programa de reintroducción de este emblemático felino en España y Portugal.

Por la Universidad Politécnica de Madrid

Lince Ibérico reintroducido en la población de Sierra Arana (Granada).

Lince Ibérico reintroducido en la población de Sierra Arana (Granada). Crédito: UPM

Justo después de celebrar que ya hay más de 2.000 linces ibéricos (Lynx pardinus) en libertad entre España y Portugal, y de conocer que la especie ha pasado de estar en peligro de extinción a ser clasificada como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), un estudio publicado recientemente en la revista Biological Conservation ofrece nuevos detalles sobre cómo el programa de reintroducción ha sido clave para lograr este éxito de la conservación.

Solo hay que pensar que a principios de la década de 2000, el lince ibérico era una de las especies de mamíferos más amenazadas a nivel mundial. Con menos de cien individuos restantes en dos poblaciones aisladas en España —Doñana-Aljarafe y Andújar-Cardeña—, la especie se enfrentó a graves amenazas debido a la pérdida y fragmentación del hábitat, la persecución humana y una fuerte disminución de su presa principal, el conejo europeo, Oryctolagus cuniculus.

La meta principal de los programas de cría en cautividad del lince ibérico, cuya finalidad es la recuperación de esta especie en peligro de extinción, no es otra que proporcionar un número suficiente de animales sanos para ayudar a restaurar la presencia de este felino en la naturaleza. La alerta por la posible extinción del lince ibérico tuvo un gran impacto mundial, ya que no se había perdido un felino desde la desaparición del tigre dientes de sable Smilodon, hace unos 12.000 años, como parte de la megafauna que desapareció a finales del Pleistoceno, tras la llegada del Homo sapiens al continente.

Papá Grafio y mamá Saliga

Los Gobiernos de Andalucía, España y Europa desarrollaron un ambicioso plan de recuperación de esta especie, que fue implementado por biólogos en el Parque Nacional de Doñana, situado en las provincias andaluzas ​de Huelva, Sevilla y Cádiz. La veterinaria Astrid Vargas, directora del programa entre 2003 y 2010, lideró los esfuerzos para la cría en cautividad, un proceso sin precedentes. El primer éxito fue el nacimiento de tres cachorros de los linces Garfio y Saliga, un momento emocionante y cuidadosamente monitorizado que marcó un antes y después en la conservación de la especie.

Ahora, nvestigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), en colaboración con el proyecto LIFE LynxConnect, han demostrado que tanto los linces criados en cautividad como los nacidos en libertad se asientan adecuadamente en las áreas de reintroducción, lo que avala la estrategia utilizada.

160 linces bajo control

Los avances conseguidos con este estudio, que ha contado con la participación de investigadores del Centro para la Conservación de la Biodiversidad y el Desarrollo Sostenible (CBDS) de la UPM, han sido posibles gracias al seguimiento de más de 160 linces equipados con dispositivos GPS. Estos han permitido a los científicos entender cómo los linces se adaptan al medio natural. Los datos han revelado patrones de movimiento y asentamiento que son cruciales para asegurar su integración en sus nuevos hábitats.

En el pasado, otros intentos de reintroducción de especies criadas en cautividad no siempre han sido exitosos, ya que los linces liberados tendían a acercarse demasiado a los seres humanos y a desarrollar comportamientos que ponían en riesgo su vida en libertad.

Por ello, los centros de cría han adoptado medidas para preparar mejor a estos felinos para afrontar la vida silvestre. Ahora, por primera vez, el nuevo estudio confirma que los linces criados en cautividad se comportan de manera muy similar a sus homólogos silvestres una vez reintroducidos. De hecho, estables territorios estables y se adaptan bien a sus nuevos entornos.

D_Minas, un ejemplar macho de lince ibérico nacido en 2014. Cortesía: LynxConnect 

Aun así, el estudio también señala algunas diferencias. Según el seguimiento realizado, los linces subadultos nacidos en cautividad, por ejemplo, no mostraron inmediatamente los patrones de organización territorial típicos de la especie, donde los machos dominan territorios más amplios que las hembras. Además, estos linces tendían a ser más cautelosos y a moverse más despacio, probablemente debido a su falta de experiencia en el entorno natural.

Con el tiempo, sin embargo, los linces criados en cautividad empezaron a mostrar comportamientos más naturales, lo que destaca la necesidad de realizar un seguimiento continuo tras la liberación, para asegurar su adaptación y ajustar las estrategias de reintroducción cuando sea necesario.

Desplazamientos de casi mil kilómetros

Un aspecto interesante que también se ha observado en este trabajo es el comportamiento dispersivo observado en algunos linces, especialmente en los nacidos en cautividad como Kahn, Kentaro, Litio y más recientemente Troncho, que han demostrado una capacidad notable para recorrer largas distancias, en algunos casos de hasta 930 kilómetros desde su punto de liberación.

Estos movimientos no solo son esenciales para colonizar nuevas áreas, sino que también ayudan a conectar poblaciones distantes y mejorar la diversidad genética, un factor crucial para la supervivencia a largo plazo de la especie.

«Los resultados del estudio subrayan la importancia de los linces nacidos en cautividad en los esfuerzos de conservación —explica Pablo Cisneros, investigador de la UPM que ha participado en el trabajo. Y concluye—: Aunque presentan algunas diferencias iniciales en comparación con los linces silvestres, su contribución al crecimiento de la población y a la recuperación de la especie es indiscutible». ▪️

  • Información facilitada por la Universidad Politécnica de Madrid

  • Fuente: Pablo Cisneros-Araujo, German Garrote, Andrea Corradini, Mohammad S. Farhadinia, Benjamin Robira, Guillermo López, Leonardo Fernández, Marcos López-Parra, Maribel García-Tardío, Rafael Arenas-Rojas, Teresa del Rey, Javier Salcedo, Pedro Sarmento, Juan Francisco Sánchez, María Jesús Palacios, Juan Ignacio García-Viñás, Maria Luisa Damiani, Fatima Hachem, Aitor Gastón, Francesca Cagnacci. Born to be wild: Captive-born and wild Iberian lynx (Lynx pardinus) reveal space-use similarities when reintroduced for species conservation concerns. Biological Conservation (2024). DOI: https://doi.org/10.1016/j.biocon.2024.110646.

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