Descubren dos nuevas especies de hongos alucinógenos en África

En un artículo publicado en la revista Mycologia, investigadores de la Universidad de Stellenbosch (SU) y micólogos ciudadanos describen las dos nuevas especies como Psilocybe ingeli y Psilocybe maluti.

Por la Universidad de Stellenbosch

Ejemplar de Psilocybe maluti.

Ejemplares del hongo Psilocybe maluti. Este nuevo hongo se ha hallado en pastizales con estiércol de vaca de las provincias de Free State y Kwa-Zulu Natal (Sudáfrica), así como en las tierras altas de Lesotho. Cortesía: Cullen Taylor Clark

La revista Mycologia se hace eco de la descripción de dos nuevas especies de hongos psilocibios, también llamados hongos alucinógenos, en el sur de África, lo que eleva la lista a seis especies del género Psilocybe conocidas autóctonas de África.

Y ello a pesar de que las especies de Psilocybe se encuentran entre las más conocidas y estudiadas del mundo, con unas 140 especies descritas.

El género Psilocybe es conocido principalmente por incluir varias especies de hongos que producen compuestos psicoactivos, como la psilocibina y la psilocina. Estos hongos son populares tanto en el contexto de usos tradicionales y rituales en diversas culturas indígenas, como por su uso recreativo, debido a sus efectos psicodélicos.

Suelen crecer en una variedad de entornos húmedos, como bosques y prados

Los Psilocybe típicamente tienen sombreros que pueden variar en color desde marrón claro hasta dorado, con tallos delgados y fibras que pueden ser blancos o amarillentos. La mayoría de las especies cambian de color al ser cortadas o dañadas. Suelen crecer en una variedad de entornos húmedos,como bosques y prados, aunque algunas especies también se desarrollan en estiércol o suelos enriquecidos con materia orgánica.

Estos hongos se encuentran en muchos lugares del mundo, desde América del Norte y del Sur hasta Europa, África y Asia.

En un artículo publicado en Mycologia, investigadores de la Universidad de Stellenbosch (SU), en Sudáfrica, y micólogos ciudadanos describen las dos nuevas especies como Psilocybe ingeli y Psilocybe maluti.

Identificados por científicos ciudadanos

Psilocybe ingeli fue encontrada por primera vez en 2023 en pastizales de KwaZulu-Natal por Talan Moult, un micólogo ciudadano autodidacta. Por su parte, Psilocybe maluti se detectó por primera vez en una pequeña propiedad del Estado Libre en 2021. Fue vista por Daniella Mulder, que envió fotos de los hongos para su identificación a Andrew Killian, uno de los principales micólogos ciudadanos de Sudáfrica, con sede en Somerset West.

En ambos casos, los especímenes de aspecto inusual se enviaron a Breyten van der Merwe para la secuenciación y análisis de su ADN, en el laboratorio de la profesora Karin Jacobs , del Departamento de Microbiología de la SU. Van der Merwe, ahora estudiante de posgrado en Ingeniería Química en la misma universidad, es micólogo de formación y primer autor del artículo.

El documento también contiene información sobre el uso tradicional de Psilocybe maluti por parte de los curanderos de Basotho, en el reino montañoso de Lesotho. Según los investigadores, este parece ser el único informe registrado de primera mano de hongos alucinógenos que se usan tradicionalmente en África.

Psilocybe ingeli.

Este es el aspecto del hongo alucinógeno Psilocybe ingeli hallado en Sudáfrica. Cortesía: Talan Moult

Cullen Taylor Clark, micólogo ciudadano y coautor de la publicación, trabajó con Mamosebetsi Sethathi, un curandero tradicional mosotho, para documentar el uso de Psilocybe maluti, conocido localmente como koae-ea-lekhoaba, en las prácticas curativas tradicionales. Esto forma parte de un esfuerzo más amplio, dirigido por Clark, para identificar el empleo medicinal de hongos por parte de los grupos indígenas en el sur de África.

Van der Merwe dice que es muy probable que haya más especies del sur de África en este género, y que es necesario que se involucren más científicos ciudadanos en su búsqueda: "Estas dos especies me las enviaron científicos ciudadanos. Sería imposible que un solo investigador cubriera una fracción de un área a la que estos entusiastas de los hongos tienen acceso. Esta es la única forma en que podremos avanzar en los estudios de micología africana".

El profesor Jacobs se hace eco de este sentimiento: "Solo hay un puñado de micólogos en África que documentan la biodiversidad local. Teniendo en cuenta la gran diversidad micológica del continente, se trata de una tarea titánica. Por lo tanto, colaborar con micólogos ciudadanos es muy beneficioso. Además de más material, la colaboración también abre vías para la conversación y la exploración, lo que puede llevar a documentar la micofilia —el amor por los hongos— en el continente africano". ▪️

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